Ya es firme la sentencia del Juzgado de lo Social nº 1 de Cuenca que daba la razón a la Diputación Provincial de Cuenca en el despido disciplinario del conocido como Bombero Jose después de que el demandante J.A.M.M. no haya interpuesto recurso de suplicación alguno en el plazo establecido ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Un despido disciplinario que, como recordarán, originó, por parte de un grupo de trabajadores del Servicio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios, una brutal campaña contra el presidente de la institución provincial, Benjamín Prieto, desde finales de agosto y a lo largo del mes de septiembre, en la que le acusaban de haber actuado arbitrariamente y por venganza contra este trabajador.
En consecuencia, se confirma que la actuación de la Diputación y de su presidente en este despido disciplinario fue “una sanción proporcional y adecuada a las faltas muy graves cometidas por el trabajador”, tal y como recogía la sentencia del citado Juzgado conquense emitida a finales del pasado mes de octubre. Un expediente disciplinario que se abrió en abril de 2016 contra el bombero JA.M.M. por dos faltas muy graves: por un lado, provocación a un compañero, R.F.G., con expresiones y actitudes inapropiadas y, por otro, simulación de una agresión física por parte del citado empleado público, provocándose a sí mismo una lesión al caer al suelo.
En este sentido, recordar que la sentencia del Juzgado de lo Social era tajante y aseguraba textualmente que ““ha quedado suficientemente acreditado que JA.M.M., prevaliéndose de su superioridad orgánica laboral, provocó a un subordinado de palabra al imputarle la comisión de un ilícito penal (obtener su plaza de empleo público conociendo previamente las preguntas) y que siendo respondido por éste con insultos, a continuación simuló una agresión del subordinado, llegando su actuación hasta el extremo de acudir a un Centro de Salud para obtener un parte de lesiones con motivo falso de ‘agresión’, acudiendo para formular la correspondiente denuncia penal ante el Juzgado de Motilla y haciendo, además, constar en la hoja del Libro de Incidencias Diarias del Parque de Bomberos la supuesta agresión”.
Un fallo judicial que tildaba de “reprochable” la conducta del bombero demandante, que, según dice, “es justificativa del despido disciplinario impuesto”, y que tenía en cuenta otra serie de agravantes “al suponer la causación de un perjuicio grave a la administración o a la ciudadanía” y “la evidente desconfianza y desprestigio a la imagen de un servicio público esencial, como es el de extinción de incendios (discusiones entre bomberos, bajas médicas, etc.)”, así como “el malgasto de caudales públicos para paliar las consecuencias de dichas actuaciones, supliendo a los trabajadores de baja con otros bomberos contratados específicamente o mediante la realización de horas extras”.
Recordar, por último, que paralelamente a este proceso se encuentran abiertos los expedientes disciplinarios contra el grupo de bomberos que instigaron la terrible campaña difamatoria contra esta institución y, en especial contra su presidente, por el despido del bombero JA.M.M., así como la querella criminal presentada en los juzgados contra los autores de la citada campaña #ASINObenjamín.