El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lanzado duras críticas contra los recientes pactos migratorios y acuerdos políticos, expresando un profundo «bochorno» como socialista y demócrata. En una serie de declaraciones, García-Page ha cuestionado la «carambola» de decisiones estratégicas que, a su juicio, se están tomando sin escuchar a la gente.
«Que por una carambola de esa naturaleza se estén tomando decisiones estratégicas de país… Estas decisiones requerirían escuchar a la gente», afirmó García-Page, subrayando la necesidad de un debate público en asuntos de gran calado.
El presidente regional también ha denunciado la «hipocresía» de quienes, según él, están «haciendo lo contrario de lo prometido» al pactar acuerdos que contradicen sus valores. «No se puede pactar lo que se está pactando sin vender tus valores, sin caer en la hipocresía de haber hecho lo contrario de lo prometido», lamentó.
García-Page ha rechazado el argumento de «muros frente al trumpismo» o la «extrema derecha», especialmente cuando se pacta «con la peor». Además, ha expresado su preocupación por la «trampa de la constitucionalidad», señalando que «a los que pergeñan estas cosas les interesa que todos los demás entremos enseguida en la trampa de si es constitucional o no».
En relación al pacto migratorio, García-Page ha advertido que «dinamita por completo la viabilidad de un pacto de Estado sobre emigración en España con las comunidades autónomas». Asimismo, ha coincidido con Carles Puigdemont en que estas son «competencias de un Estado», lo que considera «dramático».
El presidente castellano manchego ha mostrado su disconformidad con «cualquiera del ámbito progresista, incluyendo los de Sumar, Podemos y compañía, puedan terminar pensando que es asumible el planteamiento absolutamente racista».
«Siento mucho bochorno como socialista. Como ciudadano de este momento actual y como demócrata. Como demócratas me sonrojan. Espero que alguien se le ocurra ya quitar del argumentario lo del muro contra la extrema derecha», concluyó García-Page, dejando clara su profunda discrepancia con la situación política actual.