Hugo Morán volvió a poner en duda el futuro del Trasvase en una entrevista para La Verdad de Murcia, en la misma línea que las declaraciones de la ministra, apenas unas pocas horas después de aprobarse la última sangría del Tajo hacia el Levante. Mientras, el colectivo de Amigos de Sierra Escalona denuncia la transformación de más de cuatro mil hectáreas a regadío y López Miras ha sido recibido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
“Efectivamente, llegará un día en que la decisión de cerrar el Trasvase Tajo – Segura no la tendrá que tomar un político, la tomará el propio Tajo o nuestros embalses, porque no habrá marcha atrás”, lamenta Francisco Pérez Torrecilla, presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía. “El problema no es la falta de agua, es el exceso de demanda”, repite una y otra vez, como mantra.
Las reacciones a las palabras del secretario de Estado de Medio Ambiente no han tardado en aparecer, como la del presidente de la Región de Murcia, que tacha de “aberración” y “disparate” el análisis de Morán, una calificación que el presidente de los ribereños considera fuera de lugar. “Aberrante es considerar que el Tajo es una cuenca excedentaria, disparate es pensar que el agua de los ríos se pierde en el mar, irresponsable es mirar para otro lado cada vez que alguien rotura una nueva parcela para regadío, cínico es lamentarse cuando las lluvias torrenciales arrastran químicos al Mar Menor”.
“Quizás el presidente Miras debería ampliar un poco las mismas y viajar al Delta del Ebro, antes de que desaparezca la isla de Buda, para entender por qué el agua no se ‘pierde’ en el mar; o visitarnos y comenzar un viaje por Toledo, Talavera y Aranjuez, para entender que al Tajo no le sobra agua”, concluye Pérez Torrecilla. “Que se preocupe de reducir el exceso artificial de demanda antes de exigir nada a nadie, el agua es del río, no tiene dueño y mucho menos uno tan avaricioso e irresponsable”.
López Miras, que ha sido recibido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el cuál no ha reclamado soluciones viables, sino más trasvases. “En vez de pedir agua o soluciones pragmáticas, el señor Miras en función de no se sabe muy bien qué turbios intereses lo que defiende es el Trasvase, aun a sabiendas, de que ya no es cuestión de voluntad política o solidaridad, es que de donde no hay, no van a poder sacar nada”. El también alcalde de Sacedón quiso recordar que “la sangría ya estuvo parada once meses y vivieron del agua de las desaladoras, lo que demuestra que es posible; vayan buscando soluciones alternativas porque si desde Moncloa no se atreven a cerrarlo, será la propia naturaleza la que lo haga con el consiguiente castigo para todos los que amamos el Tajo”.
Por su parte, la asociación de Amigos de Sierra Escalona ha vuelto a poner de manifiesto lo que en tantas otras ocasiones denunciaron, por ejemplo, desde Ecologistas en Acción. En Murcia los “regangsters” del SCRATS hacen lo que les da la gana y suman y suman hectáreas de regadío, mientras la Confederación Hidrográfica del Segura les manda rezar dos padrenuestros y un avemaría como castigo. La última, más de 4.000 hectáreas de suelo agrícola en el entorno de Sierra Escalona, entre San Miguel, Orihuela y Pilar de la Horadada. “Y mientras, desde el SCRATS nos toman el pelo y se ríen en nuestra cara diciendo que no hace falta ningún control o auditoría, que está todo perfectamente cuantificado”, recuerda indignado Pérez Torrecilla.
Según explica el Diario Información, los propios vecinos de San Miguel han ido denunciado la actividad de los agricultores industriales, que ha afectado incluso a zonas protegidas. Pero “muy pocas veces la restitución de la zona a su estado original”.
“Es una tras otra, desde 1986 llevan sumando al trantrán los aguatenientes miles de hectáreas de regadío, protegidos por un Gobierno regional irónicamente falto de miras, que sacrifica el futuro de murcianos y españoles para mantener abierto el chiringuito hormonado de la agricultura industrial”, denuncia nuevamente el presidente de los ribereños.