Liberbank ha decidido hacer plusvalías con una de las joyas que heredó de la antigua Caja Castilla-La Mancha (CCM): el edificio ubicado en el número 19 de la cotizada carrera de San Jerónimo. Se trata de un inmueble moderno, de cinco alturas, planta baja, azotea y ‘parking’, rehabilitado en su totalidad hace menos de una década y ubicado a pocos metros del Palacio de las Cortes, en el auténtico corazón de Madrid.
Tal y como informa El Confidencial, en círculos financieros siempre se ha dicho que este edificio fue un capricho personal de Juan Pedro Hernández-Moltó, quien, tras salir del Congreso de los Diputados y tomar las riendas de CCM, vio la posibilidad de unir sus dos pasiones en este inmueble, que fue remodelado en su totalidad en 2007, apenas dos años antes de que la entidad manchega fuera intervenida por el Banco de España y vendida a Cajastur, germen del actual Liberbank.
Frente a estos oropeles del pasado, la entidad dirigida por Manuel Menéndez está ahora inmersa en un proceso de venta de activos, dentro del cual se enmarca el proceso abierto para traspasar esta sede, que suma una superficie total de 2.500 metros cuadrados para oficinas y cuyo precio podría llegar a rondar los 13 millones de euros, según señalan fuentes conocedoras.
Además, la decisión de poner en venta este inmueble llega año y medio después de que Liberbank adquiriera a la Sareb un complejo de 13.500 metros cuadrados formado por dos edificios en Fuente Mora número 2, en la zona conocida como Manoteras, y que está próximo a otros cuarteles generales de empresas como AXA, Caser o la Ciudad Financiera de BBVA.
La entidad ha decidido trasladar ahí hasta a 400 empleados de sus servicios centrales, los cuales se encontraban dispersos en varios inmuebles que ocupaba el banco en régimen de alquiler, alguno de ellos ubicado junto a la sede del Congreso.
Aunque, inicialmente, se barajó la posibilidad de mantener la sede de carrera de San Jerónimo para presidencia y labores institucionales, la hoja de ruta con la que trabaja actualmente la entidad contempla trasladar todos sus despachos de Madrid a las nuevas oficinas de Manoteras, y dejar el edificio libre para que el nuevo comprador pueda traer su propio inquilino.