Félix Herráiz pregonó las fiestas de San Juan en Fuentesclaras. “Ser de pueblo es un privilegio”
La calle Iglesia Eras, en Fuentesclaras, se cruzaba con la de Vallejuelo para desembocar en la plaza en la que, un enorme olmo, reina y da sombra al personal que entra y sale del improvisado bar, ubicado en un local del ayuntamiento, sorteando sillas blancas que han colocado para la ocasión que, no es otra, que el inicio de las fiestas en honor de San Juan que serán pregonadas, en breve, por Féliz Herráiz. Un hombre que, aunque no ha nacido en esta pedanía de Fuentenava de Jábaga, le abrió en canal las emociones cuando, en el año 1988, llegara al pueblo por vez primera.
Al otro lado de la plaza, impone la iglesia parroquial, bajo la advocación de San Juan Bautista, de una sola nave y bóveda de lunetos, rematada en su exterior por una pequeña espadaña revestida de piedra vista que, al final, es lo que destaca en todo su perímetro rematado con buenas piedras de sillería en todos sus ángulos.
A pesar de la hora, las nueve menos veinte de la tarde noche, el sol pega de frente sobre el escenario dándole un color rojizo cuando, Marcelino Palacios, alcalde pedáneo, toma la palabra para, además de agradecer la presencia de los que allí nos hemos congregado y para recordar que, además de fiesta, es la alegría del reencuentro, presentar al pregonero, Félix Herráiz, quien al tomar la palabra, lo primero que hizo fue agradecer el haber sido designado por el alcalde, José Luis Chamón, pregonero de unas fiestas que, dos años antes, anunciaran Carlos Solano y Antonio Rodríguez. Pregones, dijo, cargados de historia y contenido emocional que le hacía preguntarse: y ahora, ¿qué escribo yo?, ¿cómo contar algo que no se haya dicho antes?
Comenzó recordando los inicios, el primer contacto con Fuentesclaras que tuvo lugar en el año 1988: hace ya 36 años cuando aterricé por primera vez en Fuentesclaras de la mano de mi compañero y gran amigo, Valeriano, y digo aterricé porque parecía que había estado la “aviación”. Era un pueblo deteriorado por las numerosas casas cerradas que, el paso del tiempo, fue hundiendo con carencias urbanísticas que lo privaban de calles arregladas o plazas adoquinadas. No había bares ni tiendas pero que tenía algo que me atraía. Las visitas que hicieron rutinarias, semana tras semana, y poco a poco empezamos a descubrir qué era lo que realmente me atraía de esta pequeña pedanía. Eran sus gentes.
Félix recordó que no hacía falta la existencia de un bar porque, en el portalillo de Mateo y Juana, disfrutábamos de un vino de cosecha acompañado de los chascarrillos del abuelo Paco Martínez y del que siempre aprendíamos algo aquellos almuerzos en el patio de Valeriano con Paco Navarro Bautista alcalde o Marcelino page las tertulias que se originaban en la puerta de Joaquín y piedad en cada casa se respiraba amistad cariño y mucha hospitalidad
El plano personal de la unión familiar, con Fuentesclaras, lo presenta poniendo como excusa a su hijo Félix que, verano a verano, le preguntaba el por qué no tenían ellos ni perro ni pueblo y, harto ya de estar harto, nos aventuramos a construir un rocho que con mucho esfuerzo y trabajo ahora es el orgullo de mi familia.
Hay recuerdos de fiestas con ayudas de la entonces Caja de Ahorros de Cuenca y Ciudad Real que permitió un programa variado que incluía juegos populares, tiro al plato, carrozas por las calles del pueblo, verbena amenizada por un jovencísimo Josué para bailar al ritmo de su órgano y por primera vez proclamación de la Reina de las Fiestas Patronales honor que recayó en Mariví López a la que siguieron en años sucesivos Sandra de Julián pilar de Julián Irene y raiz Vanessa leal y Eva Prieto no podía faltar la tradicional misa y procesión oficiada por el querido y muy recordado don Lucas y posterior reparto de caridad ofrecida por Julián Pozuelo.
Félix, pregonero en Fuentesclaras, tiró de memoria para recordar, otra vez, la creación de la Asociación de Vecinos San Juan. Fue en el año 1992.
En el año 2001 se elige una nueva Junta Directiva de la Asociación de la cual tuve el honor de formar parte durante años, resultando elegido José Luis Leal, descanse en paz. Esta nueva etapa, muchos recordaréis por la gran afluencia de visitantes que nos acompañaban en las verbenas aunque siempre he pensado que venían a ver el espectáculo de estriptís o las actuaciones picantonas de Belén Belén. Tras el vacío dejado por José Luis Leal, cinco años después, un grupo de vecinos y antiguos socios, reactivan la Asociación de Vecinos y Cultural San Juan, presidida por don Rafael Pozuelo -y de la que también formo parte- con el único motivo de dinamizar y mantener la esencia y valores de las gentes de Fuentes Claras.
El análisis comparativo desde el año 1988 con el actual, 2024, llega cuando Félix, de aquél pueblo envejecido y con carencias se encuentra con el actual:
ha ido cambiando la fisonomía, calles y plazas arregladas, centro social, contenedores de basura, mejor iluminación y hasta una parada de coche de línea pero todavía queda mucho escombro por quitar. Pero lo que sí quiero destacar es el estado actual de la iglesia parroquial, único monumento histórico que queda en Fuentes Claras. Aquélla iglesia en peligro de derrumbamiento de la techumbre y que por iniciativa de algunos vecinos, junto al empeño del párroco, don Lucas, conseguimos que técnicos de Patrimonio Histórico vinieran, analizaran y valoraran lo peligroso de la situación e iniciaron las gestiones necesarias para la obra de reparación de la cubierta. Hoy, nuestra iglesia, aunque aún faltan cosillas por hacer, reluce esplendorosa por dentro y por fuera. Gracias, alcalde, por tu compromiso y tu preocupación en hacer posible la rehabilitación del patrimonio religioso dl municipio.
Tocaba el turno de reconocimientos. A María Jesús y al grupo de vecinos y vecinas que de forma desinteresada limpian cuidan y mantienen el interior de la iglesia durante todo el año así como resaltar la labor y atenciones de Don Francisco Zamora que realizó al tiempo que estuvo como párroco del pueblo.
Tampoco olvidó a 42 familiares, amigos y vecinos que, en esos 36 años, protagonizaron la vida en Fuentesclaras citándolos con nombres y apellidos:
y les digo, a sus familias, que están en nuestra memoria y desde allá, donde estén, siguen con nosotros.
Para mí, dijo Félix, ser de pueblo y tener un pueblo en donde pasar el tiempo, lejos del bullicio y de las prisas, es un privilegio y, aunque no he nacido aquí, me siento fuenteclareño de corazón y por los cuatro costados. Han sido estas palabras humildes, sencillas, pero sinceras. Salidas de lo más hondo de mi corazón y animado por una catarata de recuerdos entrañables.
Agradeciendo la escucha, y la atención con la que el auditorio siguió el pregón, Félix Herráiz, antes de que recibiera el aplauso y los regalos de rigor, lanzó a los cuatro vientos dos vivas: a San Juan y a Fuentesclaras que sigue de fiestas en honor a San Juan. Fiestas que, por cierto, ya tiene nuevo pregonero para las del 2025: Joaquín López. Así, al menos, lo anunció el alcalde, José Luis Chamón, certificándolo posteriormente con el abrazo que vemos en la imagen.