La festividad de la Virgen del Carmen, cuya celebración cobra especial relevancia en zonas marineras, podríamos decir que pasa casi inadvertida si no fuera porque, en Molina de Aragón, la festejan de forma especial con el desfile del Cabildo de Caballeros creado por el primer señor de Molina, don Enrique de Lara, con arreglo al fuero que se le concedió al señorío.
Estos caballeros que lucharon al lado de sus monarcas, al perder su sentido militar, formaron la cofradía militar del Carmen que se ha mantenido hasta la actualidad.
El viernes, a las seis y cuarto de la tarde, tras la concentración de Caballeros Cofrades de la Orden, tiene lugar el desfile procesional de la Cofradía -con su Compañía Militar uniformada- con el fin de trasladar el Estandarte al Ayuntamiento en donde quedará expuesto con guardia de honor hasta las doce de la noche en la que se quemará un castillo de fuegos artificiales procediéndose, después, al traslado del Estandarte a la Iglesia de San Gil en donde se canta la Salve a la Virgen.
El sábado, tras la diana floreada y la Misa, tendrá lugar la procesión con la imagen de nuestra Señora del Carmen que recorre las calles del municipio, en la que su guardia de honor, la compañía militar, cofrades y autoridades escoltan la imagen. Es la procesión de los “cangrejos”, por el color rojo de las vestimentas. Ya, a las siete de la tarde, nueva procesión para trasladar a la Señora a su ermita con el desfile de los Caballeros de la Orden a la Plaza del Ayuntamiento.
Por la tarde, tras el acto del fin del novenario, en magna procesión es trasladada la Virgen a su ermita desfilando, por último, los cofrades para escoltar a la bandera hasta la casa del Coronel Jefe.