Durante el mes de Abril del 2023 se produjo una actuación de tala y descuaje por parte de la empresa pública TRAGSA en un tramo de unos 300 metros del río Cabriel a la altura del vado.
Dadas las características de dicha actuación que consistió en una tala indiscriminada de especies de ribera de dos hábitats protegidos, Ecologistas en Acción de la Manchuela denunció los hechos ante el SEPRONA el 19-5-2023 que a su vez requirió a la Confederación Hidrográfica del Júcar toda la documentación para remitirla a la fiscalía.
Tras repetidas peticiones del expediente de las actuaciones por parte de los ecologistas que incluyen dos recursos al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, el expediente , en el que se han ocultado datos relevantes, ha sido finalmente remitido a la Asociación.
Tras lo que los ecologistas califican como un interminable viacrucis de peticiones reiteradas de información que o bien han sido ignoradas o contestadas en sentido negativo, y tras varios recursos a Transparencia , el 15 de Noviembre ha sido por fin remitido un expediente, que lejos de arrojar luz a los hechos muestra todavía más sospechas de irregularidades y mala praxis, tanto por parte de la Confederación como de la delegación de desarrollo sostenible .
-LOS ORÍGENES DE TODO EL ASUNTO:
Por lo que se puede observar, el asunto comenzó con la petición de una persona particular del municipio de Víllora que pedía una limpieza del río y de las riberas que le facilitara la utilización del vado para poder acceder a sus propiedades, omitiendo en su petición la existencia de un camino de acceso desde Enguídanos. Y obviando que el camino al que se accede desde el vado es también zona inundable.
Dicha petición, reiterada con insistencia varias veces siempre obtenía una respuesta negativa por parte del comisario de aguas Adjunto en el sentido de que:
La política de la Confederación era no mantener este tipo de pasos por encima de corrientes de aguas dada su peligrosidad y carácter contaminante
Las crecidas periódicas que modificaban el cauce produciendo acumulaciones de vegetación o arrastres formaban parte de la dinámica propia del curso fluvial y no era necesario actuar al respecto.
Cualquier operación debería ser solicitada a la Confederación y en todo caso correr a cargo de la persona solicitante.
De cualquier modo se solicitaría información a los técnicos.
Incluso en la contestación del 27-5-2020 se llega a manifestar que los técnicos informan que las actuaciones solicitadas no son prioritarias.
-UN CAMBIO REPENTINO EN LA POSICIÓN:
La línea de las contestaciones de la Confederación se mantiene idéntica en estos términos hasta el 6 de octubre del 22,en que, sin documento que medie, ni informe técnico alguno (realmente es una incógnita saber a través de qué informes), tiene lugar según los ecologistas ,un giro copernicano en la posición de la Confederación y a través del cuál se llega a la conclusión de la necesidad de actuar y se dicta una solicitud de autorización ambiental para la ejecución de diversas actuaciones en el ámbito de la Confederación Hidrográfica del Júcar, entre las que se cuenta la actuación denunciada por esta Asociación.
-SE INTERVIENE SOBRE UN HÁBITAT PROTEGIDO SIN JUSTIFICACIÓN:
Consideran los ambientalistas que lo más grave de todo el asunto es que en ningún punto de la documentación aportada aparece referencia a que el lugar de actuación afectaba a dos “Hábitats de protección especial”, recogidos en el artículo 91 y el Anejo I, de la Ley 9/1999 de Conservación de la Naturaleza de Castilla –La Mancha y en concreto: “Bosque ripario” y “Sauceda arbustiva”. Se omite que la vegetación de ribera afectada está calificada como hábitat de protección especial a nivel regional, y hábitat de interés comunitario para la Unión Europea, lo que implica que no puede ser alterada negativamente salvo por un interés público de orden superior tal y como establece la citada ley. Se desconoce por completo cuál puede ser este interés público superior a la conservación del ecosistema ripario dentro de un monumento natural que se ha declarado precisamente para proteger los recursos naturales asociados al río Cabriel en el paraje de las Chorreras, y que además constituye una de las zonas núcleo, quizá la más destacada junto a la reserva natural de las Hoces del Cabriel, de la recientemente declarada Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel.
Pero también es grave, según ellos, el hecho de que no aparece ninguna justificación técnica de la necesidad de la actuación y de que el servicio de medio ambiente de Cuenca le dé el visto bueno sin mediar el citado informe y sin tener en cuenta las particularidades que impiden de todo punto actuar en el lugar a no ser que el no hacerlo supongo riesgo para la vida de las personas.
-SE PAGA CON DINERO PUBLICO UNA ACTUACIÓN SOLICITADA POR UN PARTICULAR:
Llama también poderosamente la atención que la confederación actúe a petición de un particular y que , en contra del criterio sostenido en sus respuestas, acabe pagando por las obras a Tragsa con dinero público. Sostienen los ecologistas que el presupuesto de la actuación no se puede ocultar como se ha hecho en los documentos al tratarse de dinero público y de una empresa pública sujeta a la ley de transparencia y se muestran escandalizados por la opacidad con la que se ha llevado y lleva todo este asunto.
Referente a la actuación propiamente dicha, la Asociación la califica como un cúmulo de negligencias ya que las actuaciones ignoraron por completo el condicionado puesto por la delegación de medio ambiente en lo que califican como un arrasamiento de la vegetación de ribera de un hábitat protegido. Y no entienden como los agentes ambientales, si estaban presentes y conocían el condicionado, permitieron semejante destrozo y lo avalaron con su firma.
En vista de todo lo expuesto, Ecologistas en Acción de la Manchuela ha denunciado todos estos aspectos en carta remitida a la Confederación Hidrográfica del Júcar exigiendo que se depuren responsabilidades.