Sin lugar a dudas, descansar bien es algo básico para poder afrontar el día a día con buena energía y ser capaces de concentrarnos en las tareas que realizamos a diario, tanto en el trabajo, como en los estudios o en nuestros proyectos personales. Dormir bien no únicamente ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo, sino que indiscutiblemente también tiene un impacto directo en nuestra salud física y mental. Sin embargo, disfrutar de un sueño reparador no depende únicamente de las horas que pasamos descansando en la cama, sino de la calidad de esa experiencia.
Entre los factores más importantes para garantizar un buen descanso se encuentra, sin duda, el colchón. Incluso los colchones de alta gama, que están fabricados con materiales de calidad, como el látex, la viscoelástica o los muelles ensacados, no son eternos. Con el paso del tiempo, los materiales comienzan a perder propiedades, lo que afecta tanto al confort como al soporte que ofrecen.
Por ello, es fundamental prestar atención a las señales que indican que ha llegado el momento de renovar tu colchón. Desde ColchonClub, expertos en descanso, nos van a explicar cuáles son los factores clave que debes considerar para asegurarte de que tu colchón sigue cumpliendo su función. En caso contrario, la mejor opción es renovarlo.
Si te levantas con el cuerpo dolorido
Una de las señales más evidentes de que necesitas cambiar tu colchón es si te despiertas con dolores en el cuello, la espalda, las articulaciones o en los músculos. “Estos dolores pueden deberse a que el colchón ha perdido la capacidad de adaptarse a tu cuerpo y de mantener una correcta alineación postural durante el descanso” —nos explican desde Colchón Club. “Si empiezas el día con molestias en lugar de sentirte renovad@, es momento de plantearte un cambio” —añaden estos expertos con rotundidad.
Si te despiertas con la sensación de no haber descansado nada
Otra señal inequívoca de que tu colchón no está en buenas condiciones es levantarte con la sensación de no haber dormido bien. Si pasas la noche dando vueltas, con sueño ligero o despertándote constantemente, tu descanso no será reparador. “Cuando el colchón no te proporciona el confort adecuado, es más probable que no alcances las fases profundas del sueño, lo que se traduce en cansancio y falta de energía al día siguiente” —explican los profesionales de Colchón Club—.
Cuando detectas que la superficie del colchón se ha deformado
Con el uso continuado, es bastante frecuente que los colchones vayan mostrando signos de desgaste. Si notas abultamientos, hundimientos o deformaciones extrañas en la superficie, debes tener en cuenta que esto afecta directamente a tu postura mientras duermes. “Aunque girar o voltear el colchón puede alargar su vida útil, llegará un momento en el que estas deformaciones se van a convertir en un problema inevitable” —advierten desde Colchón Club—.
La falta de un soporte uniforme puede derivar en dolores corporales y un descanso de mala calidad que se traduzca en un cansancio sostenido a lo largo del tiempo. Esto también puede hacer que aparezcan problemas a nivel mental, como ansiedad o depresión.
Ataques de alergia constantes
Si al acostarte notas síntomas como congestión nasal, ojos irritados, tos, o incluso sarpullidos en la piel, es posible que la culpa sea del colchón, especialmente, si ya ha empezado a perder propiedades. “Con el tiempo, los colchones pueden acumular ácaros, hongos y bacterias, especialmente si su tratamiento hipoalergénico ha empezado a degradarse” —explican los especialistas—.
Esta acumulación de alérgenos puede desencadenar o agravar problemas de alergia que terminen afectando tanto a la calidad de tu descanso como a tu salud general. Ten en cuenta que la exposición constante a alérgenos puede afectar a tu sistema inmunitario y hacerte más vulnerable a sufrir determinadas enfermedades respiratorias, como virus, catarros y resfriados, etc.
Si ya han pasado entre 8 y 10 años desde la compra
A pesar de que la durabilidad de un colchón depende de factores como el material, la calidad de fabricación y el uso que se le dé, los expertos coinciden en que es recomendable renovarlo cada 8 a 10 años para garantizar un descanso óptimo. “Es cierto que algunos modelos de alta calidad, fabricados con materiales premium como el látex natural o la viscoelástica de última generación, pueden durar un poco más, especialmente si se les da un buen mantenimiento, pero, por norma general, los colchones comienzan a perder propiedades de forma acelerada a partir de los 8 años” —señalan desde Colchón Club—. “Si llevas casi una década con el mismo colchón, es probable que ya no esté ofreciendo el soporte y confort necesarios, por lo que deberías plantearte pensar en reemplazarlo cuanto antes” —añaden.
Es importante tomar conciencia
Dormir en un colchón desgastado no únicamente afecta a la calidad del descanso, sino que puede tener consecuencias negativas en tu salud, tanto a nivel físico como mental, como, por ejemplo, un aumento del estrés, dolores musculares crónicos o, como hemos visto, incluso problemas respiratorios. Por ello, podemos decir que hay que ser conscientes y entender que el cambio del colchón puede ser una inversión en nuestro bienestar.
Si identificas alguna de estas señales durante el descanso, es importante que no las ignores y que actúes en consecuencia para garantizar la calidad del sueño. “Un buen colchón no solo te ayudará a dormir mejor, sino que también puede marcar la diferencia en tu calidad de vida” —afirman los expertos de Colchón Club—. Por eso, antes de que los problemas se agraven, deberías revisar cual es el estado de tu colchón y tomar la decisión de renovarlo si fuese necesario.
En definitiva, podemos decir que adquirir un colchón nuevo y de calidad puede ser exactamente lo que necesitas para recuperar un descanso reparador y para garantizar que puedas disfrutar de un sueño profundo por las noches y, así, poder afrontar cada día con energías renovadas y con la mejor actitud posible. ¡El momento ideal para cambiar tu colchón podría ser hoy!