Regenerar la Asociación con gente joven o dar paso a su desaparición, fue la conclusión a la que se llegó en la reunión convocada para las doce de la mañana del sábado, a la que acudieron 14 personas de las 100 que, según dijo el presidente, José María Moreno, componían el total de socios aunque, según apuntó uno de los asistentes, de ese total, solo pagarían cuota unos 25.
La reunión se convocaba para rendir cuentas como primer punto del día. Unas cuentas que, a día de hoy, tienen un saldo favorable y un destino incierto caso de que se disuelva la Asociación.
El siguiente punto, renovación de Junta Directiva, resultó ser ése y el de ruegos y preguntas porque se habló de todo. Del desinterés por las cosas del pueblo, de la falta de comunicación entre directiva y asociados (acudían a las reuniones como mucho 5 personas) y, cómo no, de los aspectos que incidieron en que la Asociación Cultural Majadas echara anclas y quedara en punto muerto pero con freno de mano. En este asunto se recordó la falta de apoyos por parte de muchos y, sobre todo, el grave incidente causado en el año 2016 con el vaciado del extintor dentro de la discoteca. Esa misma noche, con una discusión con el entonces alcalde, terminó todo. Pero, aprovechando el momento, se aclaró un aspecto que el alcalde dimisionario había lanzado con falsedad y veneno en su panfleto de despedida al escribir que, la Asociación, le había pedido 4.000 euros cuando, en realidad, se le pidieron 150 euros para la cena de bienvenida del viernes. Invitación destinada a la cena de los que venían desde lejos a participar en el concurso.
Retomando el asunto del día, la continuidad de la Asociación y sus aportaciones con vistas a futuras actuaciones en el retablo de la iglesia, se insistió, y mucho, en poner en valor el patrimonio cultural, artístico y natural de Las Majadas apuntando, directamente, a las cuevas y a los Callejones. A las primeras porque las están usando los grupos de aventura a su antojo y, el segundo, porque no se le saca partido alguno.
Visto lo visto, como la reunión era un túnel sin salida y pescadilla que se mordía la cola, desde la directiva se dio un plazo ultimátum en el sentido de que, o salía nueva Junta Directiva o el día 31 de Diciembre desaparecía la Asociación Cultural Majadas.
Ya, cuando todo finalizaba, los asistentes recibimos una bofetada cultural con la que, una vez más, se demostraba la desidia, dejadez y falta de interés de todo un pueblo. Resulta que, este año, el retablo de tintes renacentistas firmado en el año 1618, cumple 400 años. Quedan 4 meses para celebrar, ¿qué?.