Las instalaciones del zoo municipal de Guadalajara, uno de los espacios urbanos que más visitas reciben al año, ha tenido una intensa actividad durante todo el largo fin de semana, festivo en algunas comunidades como la vecina Madrid.
Especialmente, coincidiendo con la llegada de la primavera y el buen tiempo se intensifican las visitas escolares de centros educativos de la provincia y de otras zonas próximas. En estas visitas guiadas participan además diversos colectivos, no solo estudiantes, «también asociaciones y grupos interesados en la flora y la fauna ibérica», señala Francisco Úbeda, concejal responsable de la instalación.
Tras las mejoras llevadas a cabo en los últimos meses del pasado año, a través de los talleres de empleo desarrollados en sus instalaciones, el zoo de Guadalajara ofrece a los visitantes un acogedor entorno reservado para la observación de distintas especies de la fauna europea y la flora ibérica.
Al indudable valor medioambiental de la instalación, hay que sumar la labor de educación y conservación que se realiza en sus dependencias.
Entre las actuaciones que se llevaron a cabo, destacan las efectuadas en los recintos reservados para los osos y lobos, en los que se mejoraron las zonas de baño reservadas para estos animales. Se realizó además un taller de mejora del hábitat y del paisaje que sirvió para realizar numerosos trabajos de jardinería y enriquecimiento ornamental. A estas mejoras se añade la creación de una zona de juegos infantiles y la adecuación del merendero ubicado en un espacio lleno de encanto y en el que se puede disfrutar de agradables vistas.
La instalación del recinto del zoo municipal recibe una media de 50.000 visitas de particulares a lo largo del año. Dentro del programa didáctico y divulgativo de la instalación, se recibe la visita de unos 12.000 escolares y personas de otros colectivos.
