Este domingo 14 de mayo, un grupo de vecinos de la Comarca de Beteta se reunieron delante de las obras paralizadas de esta infraestructura, ubicada en el municipio de Beteta, donde leyeron un manifiesto en el que reclamaban a todos los partidos políticos la finalización y puesta en marcha de la misma.
En el texto de dicho manifiesto, su petición se extiende a todos los “futuros representantes en los municipios de la zona, en las Cortes de Castilla La Mancha, al Gobierno que resulte elegido tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo, y al Gobierno de España, tanto al actual como al que resulte elegido tras las elecciones generales de finales de 2023, que prioricen esta obra social y pública y la pongan en marcha cuanto antes”.
En el escrito que se leyo, los allí presentes repasaron la historia de esta residencia que se gestó a principios del año 2005 y explicaron cómo mientras duró el período en que avanzaron las obras, entre los años 2006 y 2011 se invirtieron siete millones de euros y “que las últimas estimaciones realizadas en 2017, la última vez que hubo un planteamiento serio de retomar las obras, se estimó el coste de su conclusión en un (1) millón de euros” sin que al final las instituciones de las que depende esta infraestructura, la Diputación de Cuenca y la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, hayan realizado en estos últimos años ningún esfuerzo por terminar dichas obras.
Explican asimismo en el citado manifiesto que la Alta Serranía de Cuenca es “la única comarca de Cuenca, de las cinco en que se divide la provincia de Cuenca, que no tiene ninguna Residencia de Mayores” dato al que unen el de ser esta comarca “uno de los territorios más despoblados de España y de la Unión Europea (UE)” con los datos del año “2018, de solo 2,08 habitantes por kilómetro cuadrado, toda vez que esos datos del INE arrojaban en 2018 una población de 2300 habitantes para toda la comarca y una superficie de 1104 kilómetros cuadrados”.
Según se puede leer en el Manifiesto, los estudios de viabilidad de la residencia cuando este abierta indican cuarenta puestos de trabajo directos y eso explican, “en nuestra comarca, es el mayor regalo que puede llegarnos en términos de lucha contra la despoblación”.
Por todo ello, al final de este escrito, estos vecinos de la Serranía Alta de Cuenca expresan su “firme deseo de que se retomen las obras y se proceda a su apertura lo más pronto posible dentro de esta misma legislatura que va a comenzar, utilizando los fondos pertinentes que sean necesarios, ya sean fondos europeos, nacionales, autonómicos o municipales, o una combinación de varios de esos fondos, y que se haga sin más dilación en el tiempo”.
