Las macrogranjas en el punto de mira gracias a las palabras del Ministro de Consumo, Alberto Garzón, en una entrevista que concedió al periódico The Guardian a finales de 2021. La crítica de Garzón a estas instalaciones ha desatado una tormenta política creada artificialmente por los bulos del lobby de las macrogranjas y azuzados por la ultraderecha.
Su testimonio fue que las macrogranjas “contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan carne de peor calidad de animales maltratados”. Sin duda, una declaración impecable. La diferencia entre una y otra es que en la ganadería industrial los animales se alimentan de piensos y viven en naves industriales, mientras que en la ganadería extensiva se alimentan de pastos y no viven continuamente en lugares cerrados. Por lo tanto, es la ganadería extensiva la que tiene que pelear de forma injusta contra los grandes productores de intensivo, sus precios y su modelo de vertidos, ahogando de paso a los pequeños ganaderos locales.
En lo que respecta a la provincia de Guadalajara, muchos municipios se han visto amenazados por la instalación de macrogranjas. El mejor ejemplo lo tenemos en Brihuega donde se consiguió frenar la mayor instalación de ganadería intensiva proyectada hasta la fecha en nuestra provincia con más de 36.000 cabezas de porcino.
Sin embargo, se siguen proyectando macrogranjas a la espera del fin de la moratoria aprobada recientemente hasta 2025. Ante este panorama pueblos como Alcolea de las Peñas, Alustante, Brihuega, Castellar de la Muela, Corduente, Galápagos, Gualda, La Toba, Maranchón, Mazuecos, Paredes de Sigüenza, Riofrío del Llano, Sienes, Sigüenza, Tordelrábano y Zarzuela de Jadraque han sacado adelante ordenanzas municipales que regulan el vertido de purines y estiércoles. En la presente legislatura, se han sumado a esta iniciativa Villanueva de Alarcón, Cincovillas, Pastrana, Antón, Sigüenza, Humanes y Fuentelencina.
La finalidad de estas normas jurídicas es:
-Prevenir la contaminación medioambiental, preservando sus acuíferos libres de nitratos, ya que la contaminación se produce por la generación de purines, es decir, excrementos mezclados con el agua;
-Salvaguardar la salud de los vecinos y velar por su calidad de vida, intentando evitar molestias, incomodidades e insalubridades generadas por estos vertidos;
-Apostar por el desarrollo de actividades turísticas sostenibles frente a la proliferación de macrogranjas porcinas que ha afectado a la provincia de Guadalajara en los últimos años.
Lo que defendemos desde Unidas Podemos Izquierda Unida es un modelo de ganadería, que mantiene población, compatible con la ganadería familiar y tradicional, que además es avalado por la Comunidad Científica, la OMS y otros organismos nacionales e internacionales de referencia como la ONU. Entendamos bien las palabras de Garzón: consumir productos de proximidad, proteger el mundo rural y animal sin maltratos y cuidar de nuestro territorio.