La Policía Local de Cuenca ha convertido un acto vandálico en una oportunidad educativa. Un joven que realizó un grafiti en un inmueble de la calle Antonio Machado ha participado activamente en la limpieza y reparación de los daños ocasionados, asumiendo su responsabilidad desde el primer momento.
Esta iniciativa forma parte de un enfoque que apuesta por medidas restaurativas frente a las sanciones puramente económicas. El objetivo es que los infractores comprendan el impacto real de sus acciones y reflexionen sobre las consecuencias de sus actos.

Reparación en lugar de multa
Según ha informado la Policía Local, el joven colaboró directamente en la limpieza del grafiti y en la restauración de la fachada afectada. Esta medida permite que el infractor experimente de primera mano el esfuerzo necesario para reparar el daño causado, lo que genera un aprendizaje más profundo y duradero que el simple pago de una multa.
Las autoridades locales destacan que este tipo de respuestas educativas tienen un mayor impacto en la prevención de futuras infracciones, especialmente entre los jóvenes. La experiencia directa de reparar lo dañado ayuda a crear conciencia sobre el respeto al patrimonio común y a los espacios públicos.
Construir ciudad construyendo conciencia
Desde la Policía Local subrayan que en una ciudad como Cuenca, donde la convivencia y el respeto al entorno son fundamentales, cada gesto cuenta. «Construimos ciudad cuando construimos conciencia», señalan desde el cuerpo policial, poniendo en valor este tipo de iniciativas que buscan la rehabilitación en lugar del castigo.
Este caso se suma a otras experiencias de justicia restaurativa que se están aplicando en diferentes localidades españolas, con resultados positivos tanto para los infractores como para la comunidad.

