El plato principal de la jornada cinco de la liga Asobal se servía en El Sargal. Los jefes de cocina eran el Incarlopsa Cuenca y el Fraikin Granollers, dos de los que, a priori, pelean para llevarse la estrella michelín de jugar el año próximo en Europa. Ninguno de los dos parecía defraudar a sus comensales, cosa que no sucedió.
Los catalanes empezaron con uno de los mejores chefs, Antonio García. El experimentado y procedente del Nantes fue el causante del gran principio de su equipo. Sin ir más lejos, al inicio del partido la diferencia llegó hasta cinco goles. No obstante, antes de llegar al ecuador del partido, el equipo conquense apostó por sus mejores ingredientes para recortar la diferencia y acercarse paso a paso en el marcador, llegando a dejar el resto en dos goles.
Para ganar a uno de los pesos de la categoría no bastaba con ladrar, sino morder, cosa que hacía el Granollers. Según se acercaba el final de la primera mitad, el equipo de Antonio Rama mostró solvencia ofensiva que terminaba con una diferencia al descanso de cuatro goles, difícil de voltear.
En la segunda parte, el Incarlopsa Cuenca empezó con un gran rendimiento de cara a puerta, gracias a los dos goles de Dutra. Aunque la diferencia no llegó a ser menor de tres goles, se vio a otro equipo en la pista. Sin embargo, la muralla del guardameta visitante aparecía más que nunca. Pol Sastre se encargó de detener cada amenaza sobre su portería.
Con el tiempo y la diferencia en su contra, los conquenses buscaban la hazaña. Con la defensa más adelantada y las prisas, los errores se frecuentaban más, así fue como, el Granollers amplió su diferencia hasta dejarla en ocho, cuando sonó el bocinazo final. De esta forma, el jurado dio como vencedor el menú del equipo visitante, siendo superior en la mayor parte del encuentro.
Por Nahuel Briscek