De Brihuega, de su Real Fábrica de Paños, hasta la Plaza del Jardinillo de Cuenca. Este es el recorrido que un artefacto explosivo, posiblemente de la Guerra Civil, ha realizado y que ha terminado con la intervención de los Tédax y su traslado definitivo hasta Madrid para su desactivación.
El susto ha sido grande y la explicación curiosa. Ese artefacto ha aparecido, tal y como ha podido saber este diario, con la criba de unos escombros arqueológicos que una empresa estaba llevando a cabo. Los escombros procedían, precisamente, de la Real Fábrica de Paños de Brihuega.