UGT celebra el reconocimiento del Princesa de Asturias o los aplausos recibidos durante meses por los profesionales de la Sanidad, pero considera que el verdadero premio que esperan de las administraciones es una pronta respuesta a todas y cada una de las reivindicaciones que vienen haciendo, de tal forma que estos reconocimientos se traduzcan en mejoras laborales.
Durante el manejo de esta pandemia, que aún no ha finalizado, los profesionales de la sanidad han hecho un esfuerzo ímprobo, y lo siguen haciendo, olvidando sus reivindicaciones y renunciando muchas veces a sus derechos. “No nos hemos quejado y hemos aceptado prácticamente todo, porque la sociedad nos necesitaba”.
UGT espera el desbloqueo de procesos paralizados, como la publicación de los listados de la última bolsa, junto a la convocatoria de oposiciones de más plazas correspondientes a los años 2017 y 2018. Recordando que la resolución de estos procesos no “refuerza la plantillas del SESCAM”, lo que quiere el sindicato es que se incremente el número de profesionales que actualmente sigue estando por debajo de las necesidades reales, a su parecer.
Igualmente deberían agilizarse los trabajos que permitan la convocatoria de un Concurso de Traslados que permita la movilidad voluntaria de los profesionales del SESCAM, resolviendo antes de forma favorable las solicitudes de comisión de servicio de “nuestros profesionales” hasta la resolución de dicho Concurso. Junto con la convocatoria extraordinaria tal y como establece el pacto firmado con la administración en febrero de este año, de un proceso de movilidad interna extraordinario para los profesionales de Atención Primaria.
UGT como medida estrella para el reconocimiento al trabajo que vienen realizando los profesionales de sanidad regional, pide algo que perdure en el tiempo, y afecte a todos los profesionales, como pudiera ser la reanudación del sistema de Carrera Profesional, paralizado desde 2012.
Sumado a la creación de nuevas categorías profesionales, la implantación de nuevas medidas que permitan la conciliación de la vida laboral y familiar o la mejora en derechos y retributiva de los propios profesionales, sin distinción de categoría profesional.
Los profesionales del SESCAM han arrimado el hombro de forma abnegada y callada, poniendo muchas veces en riesgo sus propias vidas y la de sus allegados en el manejo de toda esta crisis. Ahora más que nunca, es el momento del verdadero reconocimiento hacia los profesionales de la Sanidad por parte de los responsables de la Administración.