El histórico cenobio, que el propio monarca entregó a la Orden de Santiago, acogerá este sábado la presentación de un libro, un recital de poesía, una conferencia y la proyección de un cortometraje en memoria del rey castellano.
El Monasterio de Uclés se prepara para un viaje en el tiempo este sábado, 22 de noviembre, con una jornada cultural dedicada a la memoria del rey Alfonso VIII, una figura clave en la historia de Cuenca y de España. A partir de las 18:00 horas, el imponente edificio, que fue cedido por el propio monarca a la Orden de Santiago, será el escenario de un completo programa de actos que busca reivindicar y honrar el legado del soberano.
La iniciativa, organizada por el Ayuntamiento de Uclés y la Asociación Cultural Urcela, con la colaboración de la Fundación y el Monasterio de Uclés, arrancará con una solemne exposición. Los asistentes podrán contemplar réplicas de los atributos reales de Alfonso VIII, incluyendo su corona, cetro y manto, en un gesto que evoca el poder y la majestuosidad de la monarquía castellana de la época.
Posteriormente, el Salón de Actos se convertirá en el epicentro del homenaje. El escritor Agrimiro Saiz presentará su libro «Muerte de Alfonso VIII», ilustrado con fotografías de Olga Burzaco. La literatura dará paso a la poesía con la emotiva declamación del poema «La noche del rey», a cargo del reconocido actor de doblaje Pablo Ibáñez.
El propio Agrimiro Saiz ofrecerá también una conferencia que ahondará en una de las leyendas más famosas asociadas al monarca: «La judía de Toledo, famosa leyenda». En su intervención, analizará el origen y la evolución de esta popular fábula que ha perdurado a lo largo de los siglos.
El broche final lo pondrá el séptimo arte con la proyección del cortometraje «La judía de Toledo», dirigido por Dorian Sanz. Además, se mostrará un «cómo se hizo» que revelará los entresijos del rodaje, en el que participó activamente la Asociación de Recreación Medieval CONCA. Este programa cultural subraya la profunda huella que Alfonso VIII dejó no solo en Uclés y Cuenca, sino en el conjunto de Castilla y España, consolidando un legado que perdura 850 años después de la histórica donación del monasterio a la Orden de Santiago.
