El belén napolitano de la Diputación Provincial de Cuenca estará este año muy presente en la Capital de España. Y es que la Asociación de Belenistas de Cuenca ha cedido a sus homólogos madrileños la réplica de la carroza real de Carlos III y ocho figuras napolitanas, que se expusieron por primera vez en el Salón de Actos de la Diputación conquense en la Navidad de 2009, para que forme parte del montaje del belén napolitano de la Comunidad Madrid, que se instala habitualmente en el interior de su sede principal, en plena Puerta del Sol.
Jesús Martín de los Santos, presidente de la Asociación de Belenistas de Cuenca, no duda en mostrar su satisfacción por el hecho de que un “trocito” del belén que montan en el Palacio Provincial conquense desde hace 23 años vaya a exponerse en Madrid y pueda ser contemplado por miles y miles de personas.
Sus homólogos madrileños les han pedido esta réplica de la Carroza de Carlos III, así como la pareja real, los dos lacayos y otras cuatro figuras más con el fin de que luzcan en el belén napolitano de la Puerta del Sol, que este año estará dedicado al monarca madrileño coincidiendo con el tercer centenario de su nacimiento (Madrid, 1716-1788).
De ahí que en él se vayan a recrear todos los edificios más emblemáticos construidos en la capital de España durante el reinado del también considerado como “el mejor alcalde de Madrid” y donde las piezas conquenses ocuparán un lugar privilegiado.
Martín de los Santos ha recordado que las piezas cedidas este año a la Asociación de Belenistas de Madrid fueron introducidas en el belén conquense en el año 2009 en conmemoración del 250 Aniversario de la llegada de Carlos III al Trono de España.
Un pequeño homenaje al también rey de Nápoles (1734-1759) y artífice de la llegada del belén napolitano a nuestro país que no es la primera vez que han sido expuestas fuera de Cuenca. De hecho, en las pasadas Navidades estuvieron en tierras alicantinas.
Este año, sin embargo, estas auténticas obras de arte barrocas podrán contemplarse en la Puerta del Sol madrileña desde mediados del mes de diciembre hasta el Día de Reyes; una oportunidad única que merece la pena no perderse.
