El Sindicalismo actual está malherido y no le faltan voluntariosos aspirantes a enterradores, que pretenden reducir a nada la resistencia de trabajadoras y trabajadores. Las cúpulas de CC.OO. y UGT se encuentran cada vez más alejadas de las necesidades reales de los centros de trabajo. Las organizaciones, sobredimensionadas y burocratizadas, se convierten en objetivo en sí mismas, y su mantenimiento requiere muchos esfuerzos y recursos. Cuando estos recursos, que ya son escasos, se reducen aún más por la escasa tasa de afiliación, la alternativa fácil y a la que han recurrido los, hasta ahora, sindicatos mayoritarios, ha sido a obtener financiación por la dotación de subvenciones públicas.
La publicación en el DOCM el 17/10/2017, de la concesión directa de una subvención a los sindicatos CCOO y UGT (Decreto 69/2017) para la evaluación y difusión del Plan Extraordinario por el Empleo, durante el ejercicio 2017, por un importe de 430.000 € para cada sindicato, y los 290.000 para la, CECAM (Decreto 68/2017), ha abierto una enorme polémica en los centros de trabajo y en la propia sociedad castellano manchega. Para darse cuenta de la dimensión del sistema clientelar que está instalado en CLM no hemos tenido más que recurrir al portal de transparencia y al propio DOCM, y así poder comprobar que CCOO-CLM ha recibido un total de 3.294.684 € entre el 2014 y 2017, UGT-CLM ha recibido 3.337.224,97€ y CECAM 7.730.828,82 €. En estos números no entran las recientes subvenciones.
Si la cifra es escandalosa, la justificación no deja de ser lo menos. ¿Ayudas directas para evaluar y difundir un Plan de la Junta? ¿No hay personal público para hacer este trabajo? ¿Cómo se puede luchar contra las externalizaciones, si se asumen funciones que debieran gestionarse por la Administración?