La portavoz del Grupo Socialista y segunda teniente de alcalde, Sara Simón, considera “de un cinismo intolerable” la actitud de Jaime Carnicero y del Partido Popular, “que en lugar de visitar obras como si todavía fuesen equipo de Gobierno deberían pedir perdón por todas las chapuzas que hicieron en los últimos años”.
Simón se refiere así a la visita realizada a las obras de la calle de San Agustín, “que el propio Carnicero anunció el 23 de enero de 2018, hace casi ya dos años”. Y después de ese anuncio y de más de un año de espera, añade, “el proyecto no contemplaba correctamente todos los detalles técnicos y tuvieron que ser paralizadas para llevar a cabo un modificado en el que desde el equipo de gobierno hemos trabajado desde el primer minuto”.
De hecho, “este mismo martes se han podido retomar los trabajos después de que la Junta de Gobierno aprobase el modificado del proyecto, que se ha sacado adelante de forma ágil, después de un cambio de gobierno en el que nos encontramos los cajones llenos de facturas sin pagar, y también en pleno mes de agosto”, ha añadido.
Una herencia repleta de “chapuzas”
La portavoz del PSOE ha exigido “seriedad” al Grupo Popular, “y que dejen de tomar el pelo a la ciudadanía pretendiendo que olviden que hasta hace cuatro meses, los responsables del Gobierno y de los desastres eran ellos”.
Simón ha recordado que el equipo de Alberto Rojo se encontró “una situación preocupante”, con “obras como las del Mercado de Abastos o La Concordia, que se inauguraban sin finalizar, por puro interés electoral, que ponían además en riesgo tanto la seguridad de las personas como la responsabilidad jurídica del Ayuntamiento”.
En este sentido, Simón insiste en que el nuevo equipo de Gobierno “lleva meses trabajando para resolver los problemas heredados del PP de Román, que ahora intentan ocultar con fotos y demagogia, pero no con trabajo después de todo un verano de vacaciones”. Por ello, finaliza, le pide a Carnicero “más trabajo serio y un proyecto de oposición responsable alejado de la mentira y la crispación, empezando por un perdón a la ciudadanía”.