Nada más llegar a la población de Setiles, a mano izquierda, se encuentra la ermita de la Soledad y, a su lado, un pequeño sendero conduce, por entre una preciosa zona arbolada, a los huertos de la población. Es una zona muy transitada para pasear porque la abundante vegetación ofrece sombra durante todo el día y una temperatura muy agradable. A principios de mes, las personas que visitaron la zona se llevaron una agradable sorpresa al descubrir un cartel que anunciaba ‘Bosque de las Hadas’.
Siguiendo la senda, a unos cincuenta metros, el caminante llega hasta la Casa de las hadas naranjas, ‘Las hadas de los animales terrestres’ y colgado de un árbol se puede ver un conjunto realizado con muñecos de Playmobil, ramas de árboles, cuerda y cascabeles … Es el primero de siete casas, cada una de ellas con un color del arcoíris, que representa a los diferentes moradores de los bosques.
Los setileños quedaron gratamente sorprendidos por la iniciativa y cada día es fácil encontrar a varias personas visitándolo y tomando fotos. Aunque desconocían la autoría, y parecía claro que no era una acción municipal.
Los responsables de este particular bosque son dos amigos, Rubén Sanz, profesor de educación infantil, y Sara López, profesora de primaria. “La idea surgió mientras paseábamos a finales de junio. Íbamos a estar todo el mes de julio y sabíamos que había un campamento de verano para los pequeños, así que nos pareció una buena idea para entretenernos nosotros y sorprender a los pequeños al final del campamento”, cuenta Rubén. La temática surgió de forma natural, explican, relacionando los siete colores del arco iris con siete elementos del bosque: animales terrestres, insectos, plantas, aire y pájaros, agua y peces, flores y frutos del bosque.
Los dos son enamorados de las figuras de Playmobil, así que tuvieron claro que esta sería la base de las diferentes escenas. La tarea era ardua porque querían cuidar todos los detalles: las alas de las hadas, su vestimenta, los complementos … “Las piezas de Playmobil las encontramos en una tienda zaragozana especializada en estos juguetes. Son figuras muy versátiles con las que, añadiendo o quitando detalles puedes, y con un poco de tiempo, se puede conseguir lo que andas buscando”, señala Sara.
Colocación complicada
Dedicaron horas y horas a la realización de las diferentes escenas. Las casas están realizadas con materiales diversos: estepas (arbustos de los pinares, piñas, incluso cera de abeja, que han combinado con otro material de manualidades y bricolaje. Todo ello, unido a la creatividad de estos dos educadores, ha conseguido que el “camino de los huertos” tenga ahora un toque mágico.
Eso sí, la colocación fue todo un reto precisamente porque querían sorprender a los setileños. “Fue complicado encontrar los momentos en los que venir a colocar todo, porque queríamos mantener la magia de las apariciones de las hadas, así como decidir las localizaciones y colocarlas de tal manera que pudieran ser vistas con facilidad, pero que no estuvieran al alcance de la mano”, explica Rubén, que señala que “fue Sara la valiente que cargó con la escalera hasta llegar aquí y se subió a colocar la mayoría de los elementos”.
La iniciativa sin duda ha sido un éxito, pero Rubén y Sara son conscientes de que es una intervención que no pueden dejar de forma permanente. “Las lluvias, el viento, las heladas, seguro que destrozarían las piezas, y nos da pena porque hay mucho trabajo e ilusión detrás”, cuentan, por lo que han pensado desmontar el bosque el próximo mes de septiembre.
Por eso, si quieren visitar un lugar mágico, y descubrir entre las ramas de enormes árboles dónde se esconde una casa de hadas, azul, lila, o verde, aprovechen este mes, porque luego, de forma mágica -o con la ayuda de una escalera-, desaparecerán.
