Los primeros días de septiembre son el momento de volver a la rutina para la gran mayoría de los españoles, después de días o semanas sin horas, una transición que también puede suponer olvidar las contraseñas de los ordenadores o equipos con los que trabajamos. Es más, aproximadamente un 37% de los usuarios olvida una de sus contraseñas una vez a la semana, según ha desvelado un estudio de Intel Security.
A veces, gestionar la vida digital con contraseñas se hace tan complicado que algunos usuarios deciden prescindir de ellas. De hecho, uno de cada tres usuarios reconoce no proteger sus dispositivos con contraseñas, según ha desvelado el estudio de Intel Security, y tampoco parece que usar la misma contraseña para todas las cuentas y dispositivos sea la solución.
Para proteger la vida ‘online’, Intel Security aconseja seguir una serie de buenas prácticas a la hora de gestionar contraseñas:
– Un mantenimiento regular es fundamental. Incluso aunque tengas contraseñas muy seguras, es conveniente comprobar de manera frecuenta la seguridad de tus cuentas. Si tienes conocimiento de alguna fuga de datos, asegúrate de que tu información no se ha visto comprometida. Cambia tus contraseñas de forma frecuente y créalas nuevas, no hagas pequeñas ediciones a las que ya tienes.
– Utiliza un gestor de contraseñas. Para evitar complicaciones puedes utilizar soluciones de gestión de contraseñas, como True Key de Intel Security, para generar accesos seguros y complejos a tus cuentes y almacenarlos. De esta forma, nunca tendrás que recordar una contraseña.
– Aumenta la seguridad con la autenticación multifactor. Aprovecha la posibilidad de utilizar distintos pasos en el proceso de autenticación para acceder a un dispositivo, ya que este sistema refuerza de forma notable la seguridad. Por ejemplo, utilizar una contraseña junto a un mensaje de texto de confirmación o un PIN y la huella dactilar pueden marcar la diferencia en cuanto al nivel de protección de tu información.
“Nuestras contraseñas son la llave de nuestras vidas digitales. Las utilizamos a diario para acceder a datos tan íntimos como nuestras cuentas bancarias, datos médicos o conversaciones privadas. Aunque deben ser fáciles de recordar, las contraseñas débiles no nos ofrecen la seguridad que debieran y ponen en riesgo la información de los usuarios”, ha señalado el product partner manager consumer and mobile de Intel Security España, Francisco Sancho. “El problema es tan simple como que como las contraseñas más habituales resultan muy fáciles de adivinar a los cibercriminales”, ha añadido.
