El Sindicato de Enfermería, SATSE Castilla-La Mancha, ha mostrado su satisfacción por la aprobación, ayer por unanimidad en las Cortes regionales, de la proposición de ley que permitirá la vuelta a la jornada de 35 horas semanales para los empleados públicos de Castilla-La Mancha.
Una medida que SATSE celebra pero que espera que sea definitiva con el fin de que no vuelvan a repetirse las consecuencias adversas que sufre el personal sanitario del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) desde 2016, cuando se anuló la vuelta a la jornada de 35 horas.
Además, para el Sindicato de Enfermería tan importante es la aprobación de la vuelta a las 35 horas como su correcta aplicación al personal sanitario, de ahí que desde SATSE se vaya a pedir en la próxima Mesa Sectorial que el Sescam va a celebrar el próximo martes 26 de diciembre, “que la aplicación de las 35 horas en las instrucciones de jornada se haga de forma homogénea y equitativa a lo largo de todo el año tanto al personal que trabaja a turnos como al que realiza atención continuada y que puedan conocerla con la suficiente antelación para poder conciliar su vida laboral y familiar “, tal y como señala el secretario general de SATSE Castilla-La Mancha, Juan Francisco Ruiz.
SATSE considera también que la vuelta a las 35 horas es una oportunidad que el Sescam debe aprovechar para poner fin a algunas situaciones discriminatorias que sufre el personal sanitario. Por ello, desde SATSE se va a reclamar en la Mesa Sectorial que se reconozca el solape (tiempo invertido por los enfermeros para el intercambio de información clínica entre turnos) como tiempo efectivo de trabajo. De esta forma Castilla-La Mancha se sumaría a la mayoría de comunidades autónomas que sí reconocen el solape a los profesionales de enfermería como es el caso de Aragón, Baleares, Canarias, Castilla y León, Euskadi, Extremadura o Madrid, entre otras.
También desde SATSE se va a reclamar que el Sescam conceda al personal estatutario los días adicionales de vacaciones por prestación de servicios que disfrutan los funcionarios de la Administración regional y acabar así con otra discriminación que sufre el personal estatutario del Sescam, que es la mayoría del personal sanitario.
