María Jesús Pascual, tercera mujer en asumir el cargo de dirigir una Comandancia de la Guardia Civil en España, juró su cargo esta mañana 16 de junio y Cuenca la recibe con el respeto que supone esta nueva etapa.
Yo creo, y lo digo por convicción, que este tipo de retos o cambios que la propia evolución social va exigiendo son siempre buenos por lo que supone.
Si lo pensáramos hace una treintena de años, nunca lo imaginaríamos, y sin embargo, la necesidad de igualdad, equidad y compromiso entre hombres y mujeres, sigue subiendo peldaños en una sociedad necesitada de esos valores como premisas de futuro.
El nuevo Director General de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, en su primer acto oficial de nombramiento en una comandancia, ha resaltado hoy en Cuenca, los valores que supone este reto, el hecho de que una mujer ocupe esta comandancia, al igual que lo hacen otras dos mujeres en las comandancias de Guadalajara y Teruel.
Pero Cristina Moreno, Dolores Gimeno, Soledad Gómez y Silvia Gil, como poker de tenientes coroneles de la Guardia Civil, han llegado a donde debían y sentían, porque la equidad debe ser ese componente en una sociedad libre y democrática donde las oportunidades deben estar al orden del día.
Desde el 1988 han pasado tres décadas para demostrar estas mujeres que pueden y deben de estar donde quisieron, ocupando responsabilidades en un cuerpo de alta dignidad, cumpliendo su sueño, ese mismo que desde pequeñas le marcaron en su ilusión, en su deseo de compromiso.
Por eso, observar en este viernes su cara –la de una mujer llena de satisfacción, orgullo y sentimiento: María Jesús Pascual-, sus palabras, sus miradas, su deseo de agradar y corresponder, sin olvidar el recuerdo a su familia, especialmente a su padre y a su abuelo, los que le inculcaron ese sentido de Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, garante de seguridad, de apoyo, de eficacia, de servicio a los demás, en el campo rural donde siempre es más difícil y necesario o en el campo urbano, donde todo queda a expensas de sentir dónde debe ocupar su labor. Maravillosa imagen.
María Jesús Pascual me ha impresionado, no solo por el hecho de ser mujer y estar ahí, sino por su humildad, por su compromiso y por ese expreso mensaje de decir “guardias, tropa y oficiales, mi puerta del despacho estará siempre abierta para cuando lo necesiten o deseen”. Sus palabras han marcado un mensaje que su tropa no olvidará; y lo hizo hace unos días presentando esa Carta de Servicios, y ahora con ese deseo de abrir una nueva etapa.
Esas 6.100 mujeres que actualmente forman parte de este Cuerpo de la Guardia Civil en España, verán como un ejemplo, el que una más de esas esforzadas mujeres, haya llegado al escalón que merece, como cualquier ser humano de los que deciden estar cumpliendo ese deber dentro de un prestigioso y reconocido Cuerpo de Seguridad del Estado, si cabe con una disciplina militar que le identifica.
Cuenca, con todas sus instituciones allí ha estado arropando con su presencia, porque el acto lo merecía y porque yo, testigo del mismo, me he sentido especialmente bien, al comprobar cómo se aprecia a estos hombres y mujeres, como se les quiere y se les respeta, y en ello siempre estará la humildad del bien común.
Instituciones, entidades, empresas, amigos, tropa, políticos locales, provinciales y regionales, familiares, amigos, conquenses en general, han arropado, aplaudido, sentido el desfile, el himno, los vítores, las palabras, los compromisos y los deseos de agradar y complacer en un servicio que cumple con generosidad el cometido que han decidido voluntariamente ejercer.
Yo leí y escuché en los cuarteles donde viví que el honor es la principal divisa, pero también he leído y oído que son seis esas virtudes: sacrificio, lealtad, austeridad, disciplina, abnegación y espíritu benemérito.
Gracias por tus palabras y bienvenida, María Jesús Pascual, a Cuenca y sin duda, enhorabuena por afrontar este reto que seguro estoy será ejemplo de actitud, compromiso y sentimiento como reto en el que el papel de la mujer debe de seguir siendo igualatorio.
Por Miguel Romero
