Para mayores con reparos, sí, y para coleccionistas porque nos vamos para atrás, como el cangrejo, a zambullirnos en la década de los años 50. En aquella España de blanco y negro en la que los nevazos duraban medio año y en la que, en cada casa, no faltaba el aparato de radio, medio escondido, detrás de los visillos, por el que salían las radionovelas como «Ama rosa» y, sobre todo, las Peticiones del Oyente en las que no faltaba el Disco de la risa, Salud, dinero y amor, la Calandria, Antes y después, A lo loco, la Campanera, la Princesa del acordeón y el Porompompero entre otras muchas.
La que nunca fallaba era «Qué bonita es Cuenca» que reproducíamos en una edición anterior de Peticiones del Oyente. Esta otra versión, en la voz de una mujer, la editamos para que la escucheis todos en compañía de toda la familia.
