Fue un 6 de diciembre de 2017 cuando Quabit rompió la racha de imbatibilidad del FC Barcelona tras 133 partidos sin perder ni empatar. El resultado de aquella noche histórica, de 26-26, cambió los esquemas del balonmano español y encumbró al Quabit a las primeras páginas de los diarios polideportivos. Aquel día, los morados se sintieron capaces de todo, rindieron al nivel de los mejores, lucharon y mantuvieron la confianza a pesar de ver cómo el Barcelona se alejaba hasta de seis goles en el marcador… hasta conseguir empatar en el último segundo. El Santamaría vibró y la afición llegó a soñar, incluso, con Europa. Pocos meses después, el panorama es bien diferente: los hombres de César Montes han entrado en una dinámica negativa de la que les está costando salir más de lo deseable. La máxima puntuación del Quabit en liga, de 27 puntos, se ha convertido en una barrera psicológica infranqueable y el equipo encadena ya 8 partidos sin conocer la victoria, una situación que ha hecho mella en la ilusión de los morados.
El partido de mañana, que se disputará en el Palau Blaugrana a las 17h, busca recuperar las buenas sensaciones, romper la dinámica negativa y disfrutar, una vez más, de competir ante los mejores. César Montes confía en que el partido ante el más grande puede servir para terminar con la racha del equipo alcarreño: “Se nota el efecto de las derrotas en nuestro estado de ánimo, es inevitable, pero vamos a intentar traernos sensaciones positivas de Barcelona e intentar competir y pelear. Estamos seguros de que será un partido muy complicado, puesto que el Barça se reencontrará con su afición tras la derrota ante Granollers y estará dolido por el empate que conseguimos en la primera vuelta, pero vamos a intentar pelear y mostrar nuestra mejor cara”.