El presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, ha pronunciado este sábado en el Club Información de Alicante el pregón de los actos conmemorativos del Día de Castilla-La Mancha, que ha organizado la Casa Regional Asociación Cultural El Quijote.
Un pregón que, según ha remarcado, ha querido que sea un merecido homenaje a todas aquellas personas que por distintas circunstancias se tuvieron que marchar a otras ciudades, pero que en ningún momento han dejado de estar vinculados a esa tierra que les vio nacer y donde están sus raíces. De ahí que haya agradecido esta oportunidad de festejar de esta manera el Día de Castilla-La Mancha, porque, tal y como ha dicho, con este acto “estamos reivindicando nuestros orígenes, nuestra afección por nuestra tierra, por vuestros pueblos, por ese mundo rural al que tanto le debemos”.
En este sentido, Prieto no ha dudado en reivindicar el relevante papel que desempeñan las comunidades originarias, como la de Alicante, para hacer más grande a Castilla-La Mancha. Y es que, en su opinión, todos estos castellano-manchegos tienen en común no solo ese sentimiento de afección por el territorio, sino también la necesidad de vincularse con la tierra que les vio nacer.
Una tierra que, según ha dicho, tiene en el patrimonio cultural un elemento de identificación y cohesión. Así, ha hecho hincapié en el rico patrimonio histórico, cultural y natural que caracteriza a nuestra región y que se trata de un legado de nuestros antepasados, que “estamos llamados a conservar y poner en valor”. Algo que, tal y como ha subrayado, es una de las líneas estratégicas de la Diputación conquense, que en los últimos siete años ha destinado a la rehabilitación del patrimonio más de 20 millones de euros en más de 80 intervenciones en inmuebles y elementos vinculados a él.
De ahí que haya querido realizar un extenso repaso por la riqueza patrimonial de Castilla-La Mancha, que ha ido atesorando con el paso del tiempo y como muestra de la rica historia de nuestra región. Así, ha hecho mención desde la Edad de Hierro, con las minas de Almadén, hasta la arquitectura defensiva de la Reconquista, con los castillos guadalajareños de Jadraque, Sigüenza e Hita y los conquenses de Moya, Beteta, Cañete y Alarcón o las fortalezas de las grandes órdenes militares, como el Monasterio de Uclés o el Convento de Calatrava la Nueva; y todo ello pasando por el Gótico con catedrales como la de Toledo, Cuenca o Sigüenza. Si bien ha hecho especial hincapié en la época romana, que dejó una gran huella en Castilla-La Mancha y, en especial, en la provincia de Cuenca, con sus tres ciudades Segóbriga, Ercávica y Valeria, otras tantas minas de lapis specularis —por cierto visitables gracias a la Diputación—, el Mausoleo de Llanes, la Cueva del Hierro y, como no, el yacimiento de la Villa Romana de Noheda, que cuenta con un mosaico de cerca de 300 metros cuadrados, considerado el más grande de España y prácticamente de Europa.
En este repaso no ha querido dejar a un lado ese otro patrimonio, el intangible, nuestras costumbres y tradiciones, que se materializan en gran medida en nuestras fiestas. De ahí que hay querido recordar mes a mes algunas de las más representativas de la provincia de Cuenca, desde los Moros y Cristianos de Valverde de Júcar y Valera de Abajo hasta la Endiablada de Almonacid del Marquesado, pasando por las romerías de las Vírgenes de Rus, Manjavacas o Tejeda, sin olvidar la Semana Santa y la Fiesta del Vítor de Horcajo de Santiago.
Un patrimonio cultural, el de Castilla-La Mancha, que bien merece la pena difundir, junto a nuestro potencial agroalimentario. Es por ello que ha animado a los presentes a seguir siendo los mejores embajadores de esta tierra, a la vez que les ha invitado a inculcar a su entorno más cercano ese amor por Castilla-La Mancha y esas ganas de estrechar lazos con sus raíces.
Acto institucional
Pero el pregón no ha sido el único acto conmemorativo del Día de Castilla-La Mancha en Alicante, sino que también se ha procedido a la proclamación de la nueva Dulcinea en la persona de Rosa Mari Gómez Torres, así como a homenajear a la Dulcinea saliente, Josefina Carrizo Hernández.
De esta manera, se ha dado a la actuación de la Orquesta y Coro ‘Tierra llana’ de la Casa de Castilla-La Mancha en Alicante, bajo la dirección de Raimundo Escribano, así como a los nombramientos y homenajes a socios y simpatizantes y a la actuación del Coro de Cámara Contrapunctum, dirigido por José Vicente Sánchez Albertos, que ha servido de broche final a esta conmemoración que ha reunido a numerosos castellano-manchegos.