El presidente de la Diputación de Cuenca, Benjamín Prieto, ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano los estudios de investigación de los conquenses que han sido becados en las dos últimas convocatorias por la institución provincial con un total de 80.000 euros. Becados que han dado cuenta en el Salón de Plenos del Palacio Provincial del estado de elaboración de sus trabajos que, según Prieto, no tienen otro cometido que intentar aprovechar el talento de los conquenses para el desarrollo del territorio y, de esta manera, procurar combatir el fenómeno de la despoblación.
Prieto, que ha estado acompañado en el acto de presentación por el diputado de Cultura, Francisco Javier Doménech, no ha dudado en felicitar a los dieciséis conquenses becados en estos dos años, entre otros motivos, porque han demostrado su talento y, ante todo, han dejado más que patente la importancia de los recursos ya existentes en el territorio, como es el caso del patrimonio, ya sea monumental, natural o artístico, como un instrumento más que eficaz para fomentar el desarrollo económico de la provincia.
No es de extrañar que haya felicitado a los investigadores presentes en el acto, sobre todo, por el hecho de que han intentado extraer lo máximo de los recursos ya existentes en el territorio, como es el caso del patrimonio, la historia y el medio natural, al tiempo que han querido hacer especial hincapié en cuestiones como, por ejemplo, la atención a las personas con Párkinson. De hecho, uno de los proyectos becados ha ido encaminado a dar las pautas de actuación a las instituciones públicas para implementar políticas que tengan como cometido principal la prestación de las mejores condiciones de vida para este colectivo.
Becados
En las dos últimas convocatorias de ayuda se han beneficiado un total de dieciséis investigadores, que en el caso del ejercicio 2017 se concretaban en seis, que no fueron otros que el estudio titulado ‘La reproducción social de la pequeña propiedad vitícola en la provincia de Cuenca (1750-1860): tierra, historia y cultura’, a cargo de Alberto Jávega Bonilla; ‘Estudio del Cultivo de la Artemisa Annua en La Serranía de Cuenca conquense’, de Iván Colmena; ‘Turismo y patrimonio cultural: un binomio impulsor de la provincia de Cuenca’, de Jorge Martínez Recuenco; ‘Proyecto de digitalización tridimensional de estructuras arquitectónicas del Monasterio de Uclés’, de Santiago González Villajos; ‘Arte y formación en la provincia. La Escuela Provincial de Artes y Oficios de Cuenca. Confluencia de artistas en una entidad dependiente de la Diputación (1927-1939)’, de Francisco Javier Moraleja e Israel José Pérez Calleja; y ‘Persecución religiosa y destrucción del patrimonio artístico en Cuenca durante la II República y Guerra Civil’, de Pablo Cortijo Artiaga.
En la convocatoria de 2018, por su parte, fueron una decena los beneficiados de estas becas, que, en esta ocasión, no fueron otros que Juan Andrés Buedo, por su proyecto ‘La ciudad que queremos’; Desiderio Gabaldón Salamanca, por ‘Recopilación de documentación sobre la protección del patrimonio histórico-artístico de la provincia de Cuenca depositada en archivos públicos o privados no provinciales’; José Vicente Cambronero Cortinas, por ‘Fondos de pintura y escultura de la Diputación Provincial de Cuenca. Catalogación razonada de una antología colección artística’; Yolanda Fernández Valverde, por ‘Proceso de adquisición y construcción de un molino harinero en el siglo XVII en Fresneda de Altarejos’; Beatriz Hernández Luengo, de la Asociación de Familiares y Enfermos de Párkinson y otras Enfemedades Degenerativas, por ‘Proyecto de investigación sobre personas con Párkinson’; María Remedios Jaén López, por ‘La rehabilitación del patrimonio como estrategia contra la despoblación’; José Manuel Calzada Valero, por ‘El bordado de oro en la provincia de Cuenca’; Ángel Manuel Pérez Martínez, por ‘Plantas medicinales de la provincia de Cuenca’; José Damián Lopezosa Esteban, por ‘Los molinos harineros de Cuenca. El caso del molino de El Blanco, como mejor exponente conservado’; y Jose María Valero García, por ‘La conservación del patrimonio como elemento dinamizador del turismo conquense’.
En definitiva, para Prieto una serie de trabajos que, sin duda, ponen en valor el talento existente entre los ciudadanos de esta provincia, que, desde luego, no se puede desperdiciar y, por supuesto, deben de servir para que las administraciones públicas lo utilicen como el mejor instrumento para propiciar el desarrollo del territorio.