El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado hoy convencido de que “dentro de cuatro años habrá más empresas, más empleo y muchos más desarrollos en la región», por lo que «tenemos un futuro bastante esperanzador”. El jefe del Ejecutivo regional hacía estas declaraciones esta mañana en el museo de Santa Cruz, en Toledo, en la toma de posesión del nuevo delegado de la Junta en esta provincia, Álvaro Gutiérrez.
En este contexto, arropado por los dos vicepresidentes de la Junta, José Luis Martínez Guijarro y José Manuel Caballero, el presidente de Castilla-La Mancha ha destacado la trayectoria política y profesional del nuevo delegado en la provincia de Toledo, al tiempo que ha reconocido la gestión llevada a cabo por el saliente en este cargo, Javier Úbeda.
“No va a haber ningún tipo de sectarismo, porque no lo ha habido nunca, y tampoco lo vamos a admitir”, ha señalado el jefe del Ejecutivo regional, en un acto que ha contado también con la asistencia del presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido. En este sentido, ha subrayado que “lo que más me interesa es que esta región sea una comunidad de afectos”.
El presidente de Castilla-La Mancha ha vuelto a reivindicar, tal y como lo hiciera en la toma de posesión de los consejeros y consejeras del Gobierno regional, que los altos cargos de esta región tengan como máximas premisas “la asequibilidad, la cercanía y la normalidad” y a los delegados de la Junta en cada una de las cinco provincias de Castilla-La Mancha, ha exigido que sean “los interlocutores preferentes con los ayuntamientos”.
“Estamos dando la vuelta a la región”, ha considerado el mandatario regional, en un tono optimista y esperanzador, al tiempo que ha lamentado que “muchos responsables públicos, que hoy lo son, han hablado cero del Tajo”. En este contexto ha considerado que “hay gente a la que le echarían de su partido si no está a favor del trasvase (por el Tajo-Segura), y lo que no se entendería en otras comunidades autónomas es que los ayuntamientos hicieran un juego diferente, aquí me doy cuenta de que hay gente que no ha adquirido el más mínimo compromiso, que han pasado las elecciones y no se ha mojado”.
En este mismo sentido, ha asegurado que el abanico de propuestas y compromisos con los que se presentó a las elecciones de mayo “van a ser mi hoja de ruta, no hay más”. En este punto, ha garantizado que independientemente de lo que ocurra el domingo, “estamos a disposición de la gente”, y se ha mostrado esperanzado en que “los proyectos no se trunquen”, ya que “nos jugamos mucho, el empezar a darle la vuelta a la balanza histórica de la región”, o incluso “que esta región puede subir tres puntos, y pico, de PIB solo con la llegada de determinados proyectos”.
En un momento en el que muchas administraciones están “mudando la piel”, García-Page reivindica la estabilidad institucional presente en Castilla-La Mancha y apunta que esta tierra no va a ejercer «de oposición de nadie en España”.
En alusión a la situación nacional, García-Page ha reivindicado que, en la próxima década, España adquiera una “mirada más cantábrica y atlántica”, y no solo mediterránea, “lo que tiene que influir en la Ruta de la Plata y en las comunidades del norte”. Un desarrollo que beneficiará de forma notable a comunidades autónomas como Castilla-La Mancha, que ya registra beneficios en sendos corredores industriales como el del Henares, en la provincia de Guadalajara, o el de La Sagra, en Toledo.