
Nuevos desprendimientos en los muros del Monasterio de Bonaval y un silencio administrativo más que preocupante ha puesto en alerta a la Comisión de Retiendas ya que auguran que una vez que comiencen las lluvias éstos agravarán aún más el deterioro del monumento.
En un breve comunicado difundido en las redes sociales lamentan no saber «nada de licitaciones y más cuando prometieron ponerse con ello al día siguiente de aprobarse los presupuestos».

