El Equipo Deportivo Nutriobelix ha celebrado este pasado fin de semana su novena bajada Iniesta-Cullera, una edición que ha contado con 24 participantes, 6 más que el año pasado. La aventura comenzaba el viernes por la noche saliendo desde el auditorio municipal de Iniesta y finalizaba este domingo por la tarde con la llegada al castillo de Cullera.
El propio Equipo Deportivo Nutriobelix ha compartido en su red social de Facebook una extensa crónica donde afirman que “ni es los mejores sueños habríamos firmado un fin de semana tan redondo, tan perfecto, con todo tan milimetrado y con tanta carga emocional” como ha sido esta novena edición de la bajada Iniesta-Cullera.
El primer día realizaron los 220 kilómetros que separan Iniesta del camping de Teuralet, un tramo que cuenta con 4.500 positivos. Fran Olmeda, uno de los organizadores de la prueba, explica en su crónica que “los primeros kilómetros hasta el puente de Vadocañas fueron muy favorables, después afrontamos el primero de tanto puerto y picos que subiríamos, este en concreto con trozos con bastante desnivel” y aunque surgieron “pequeños desajustes del track”, lo solucionaron rápidamente “enlazando en muy poco tiempo con el recorrido marcado para continuar por una pista bastante favorable hasta Casas de Moya”, donde hicieron una primera parada técnica para reponer fuerzas.
Antes de llegar a la carretera de Villatoya-Requena, los bikers se separaron un tramo del coche de Protección Civil “ya que no podía pasar por donde nosotros y nos enfrentamos a 2-3 picos con curvas en subida realmente duras”. Franx, como prefiere que le llamen, agradece una vez más el trabajo que desempeñan los compañeros voluntarios de Protección Civil.
Bajadas y subidas fuertes, mucho esfuerzo “y no llevábamos ni la mitad del trazado, rondamos los 90 kilómetros”. Continuaron por “la famosa subida de la Casa del Doctor, un puerto que hemos hecho varios años” y que hasta ahora era uno de los más duros: “comienzan los resoplidos, las cabezas se agachan contra los manillares, se escucha el gruñir de las cadenas y las palabras desaparecen. Es el momento de meterse cada uno a lo suyo, a su ritmo”. Falsos llanos, caminos rotos, algún susto, linternas que se quedan sin batería, más subidas, piernas que empiezan a congestionarse, terrenos más favorables y llegada a Cofrentes –en dos grupos separados- para tomar un almuerzo y donde se unieron dos espadas más. Franx explica que “es de vital importancia que el grupo se mantenga lo más compacto posible y que haya una comunicación permanente” para reducir los riesgos. En este punto, el grupo ha recorrido ya 135 kilómetros.
El Equipo Deportivo Nutriobelix continúa y “llega el momento que yo considero de auténtica inflexión donde, tras pasar por un valle donde a un lado no pierdes de vista el famoso Caroche y al otro el Cinto de la Cabra, pasamos por el mirador por donde hemos pasado varios años, muy cerca de Bicorp, pero todo el mundo sabía que este año no era esa población el objetivo y comienzan las preguntas de ¿cuánto queda? Es un momento de máximo agotamiento donde todos pensamos que estamos al límite pero tocaba poner la cabeza a trabajar y darle la vuelta a esa sensación para doblegar el durísimo puerto de Juanera”.
A 25 km se encontraba el objetivo de este primer día: el camping de Teularet: “personalmente sentí una mezcla de sensaciones pero, principalmente, sentí orgulloso de todo ese grupo de valientes que había sido capaz de doblegar la sensación de muerte física que poco tiene que ver con la mental”.
En este punto se sumaron 8 bikers y ya el domingo comenzaba temprano el segundo día de ruta: “nos recuperamos perfectamente, estamos tranquilos, amaneció con niebla y llovizneando y a las 8 de la mañana estábamos en marcha”. Los 10 o 12 primeros km del día fueron los más duros y complicados del recorrido “con auténticos rampones de entre el 15-20% de desnivel, pero todos íbamos a buen ritmo”. Al llegar arriba, parada de avituallamiento y continúa la aventura por un tramo de carretera hasta los Lagos de Anna, donde hicieron la parada del almuerzo.
Con “buen rollo, armonía y un ritmo algo más lento que otros años” llegaron a Sumarcarcel para continuar por el mismo trazado que ediciones anteriores hasta llegar a la rotonda de Cullera, donde se hicieron “la foto de rigor” y cogieron rumbo al castillo, donde por primera vez “se organizó un orden de llegada para que todos nuestros familiares pudieran vernos entrar. Abrazos, aplausos, lloros de emoción… La satisfacción de haberlo logrado es máxima”.
Franx ha querido agradecer el apoyo en la organización a los compañeros y familiares así como a los voluntarios de Protección Civil e incide en “el orgullo” que siente hacia sus compañeros.
Se puede leer la crónica del Equipo Deportivo Nutriobelix y ver todas las fotos en su perfil de Facebook:
https://www.facebook.com/Equipo-Deportivo-NX-142483643097577