Castilla-La Mancha va a participar en un estudio nacional del Instituto de Salud Carlos III que pretende determinar cómo afectan los trastornos respiratorios durante el sueño a la hipertensión arterial y con ello mejorar el control de la misma.
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) participa en este estudio a través del servicio de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara y profesionales del centro de salud Cervantes, que son el nodo en la región para un trabajo que se va a desarrollar a lo largo de los tres próximos años.
‘Metasleep. Impacto del Manejo de los Trastornos Respiratorios Durante el Sueño en el control de la hipertensión sistémica’ es un proyecto financiado con 2,4 millones de euros por el Instituto de Salud Carlos III y la Unión Europea en el que van a participar centros de toda España.
Como indica la neumóloga del Hospital de Guadalajara, Olga Mediano, se trata de un estudio muy ambicioso basado en la medicina de precisión y pretende demostrar cómo se debe implantar el manejo de la Hipertensión Arterial desde Atención Primaria teniendo en cuenta los trastornos respiratorios del sueño.
Para ello se estudiará a un millar de pacientes en toda España, de los que 70 corresponderán a Guadalajara, identificados como hipertensos en Atención Primaria. A estos pacientes se les hará una monitorización ambulatoria de hipertensión arterial de 24 horas. Si el estudio revela cifras altas de hipertensión arterial durante la noche o bien que no se produce una bajada normal de la presión arterial durante el sueño (de al menos el diez por ciento respecto al día), se realizará al paciente un estudio de sueño con el que comprobar si padece apnea. Este estudio se completará con análisis de sangre para estudios biológicos y se realizará seguimiento y valoración de resultados durante un año.
La actividad, tanto en lo referido a la identificación de pacientes como en ver estudios de sueño y hacer seguimientos, se llevará a cabo desde Atención Primaria y en Guadalajara se iniciará en el centro de salud Cervantes, aunque está abierto a la incorporación de otros centros. Se trabajará conjuntamente con Neumología del Hospital y con el apoyo de Nefrología por su experiencia en el manejo de la hipertensión.
Se trata, ha explicado, de invertir la forma de trabajar ya que habitualmente “el paciente llega quejándose de problemas de sueño y ronquidos, le hacemos un estudio y le ponemos una máquina CPAP por la noche” y el proyecto consiste en estudiar el sueño del paciente hipertenso, aplicándose tratamiento cuando resulte necesario. “Queremos ver si iniciando el estudio desde Primaria somos más eficaces a la hora de identificar a esos pacientes que presentan mayor riesgo cardiovascular”, ha incidido.
El proyecto comprende además dos subproyectos con los que se quiere valorar la utilidad de dos dispositivos. Se trata, por un lado, de una pulsera que mide la presión arterial a lo largo de todo el día, y por otro se quiere validar la utilidad de un colchón con una tecnología especial que se colocará durante todo el tiempo del estudio bajo el colchón del paciente con el fin de identificar las apneas.
Medicina de precisión
‘Metasleep’ es un proyecto multicéntrico presentado por el Instituto de Investigación Biomédica de Lleida y liderado por los doctores Ferrán Barbé y Manuel Sánchez de la Torre, del que forman parte centros de Andalucía, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, Extremadura, La Rioja y País Vasco. El centro coordinador será el Hospital Universitario Arnau de Vilanova (Lleida).
La propuesta se basa en la medicina de precisión y pretende implementar un nuevo sistema de gestión de la hipertensión que comprende la monitorización y el tratamiento de los trastornos respiratorios del sueño con el fin de mejorar el control de la presión arterial, que es el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y las muertes provocadas por las mismas.
Una mala calidad del sueño tiene importantes efectos a corto plazo (fatiga, somnolencia diurna, trabajando e incluso conduciendo, irritabilidad, dificultades para concentrarse) y también a largo plazo al relacionarse con problemas cardiovasculares o diabetes tipo 2 y las graves consecuencias que traen consigo. “Este estudio es muy importante porque la evidencia científica nos dice que la apnea produce una hipertensión arterial que es sobre todo nocturna o resistente y esos pacientes con los que más se podrían beneficiar del tratamiento con CPAP”, ha señalado Mediano.