Este próximo jueves, 8 de febrero, la delegación diocesana en Cuenca de MANOS UNIDAS CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE (ONGD católica de desarrollo) presenta la 59 campaña “COMPARTE LO QUE IMPORTA” que, a nivel nacional, se desarrollará durante todo el año 2018.
El acto, que se celebrará en el salón de actos de la Parroquia de San Esteban a las 19:30 horas, contará con la presencia y testimonio del misionero claretiano FERMÍN FRANCISCO RODRÍGUEZ LÓPEZ, , que ha desempeñado su labor en el ámbito educativo y de diálogo y mediación entre religiones y confesiones en Kenia. Participará en el acto D. José María Yanguas, obispo de Cuenca y la delegada diocesana Dña. Encarnación Pérez Martínez.
El viernes 9 de febrero, en la Parroquia de San Fernando se celebrará la SANTA MISA DEL AYUNO VOLUNTARIO a las 19:15 horas, con la CENA CONTRA EL HAMBRE tras la celebración.
El sábado 10 de febrero Jesús Rosillo & Cía. interpretará su TRIBUTO A J.L. PERALES en el Auditorio de Cuenca, cuya recaudación irá destinada a los fines de la organización por la financiación de proyectos en los países del Sur con lo que está comprometida la delegación de Cuenca1. El domingo, la colecta en las diferentes parroquias y capillas de la diócesis va dirigida también a la organización.
COMPARTE LO QUE IMPORTA
Compartir lo que importa es para Manos Unidas poner en común nuestra vida, nuestros bienes y nuestro compromiso por un mundo mejor, donde cada persona pueda vivir feliz y en condiciones dignas. Compartir con nuestros entornos más cercanos aquellas propuestas e iniciativas de desarrollo sostenible que nos permiten, entre todos, avanzar en la erradicación del hambre en el mundo.
Para ello, Manos Unidas fundamenta su trabajo tanto desde la razón como desde la fe. La primera nos impulsa a trabajar con un enfoque de derechos. La segunda nos da fuerza para defender la dignidad de las personas, principio esencial de la Doctrina Social de la Iglesia.
Desde el enfoque de derechos, Manos Unidas defiende el acceso a una comida sana, segura y apropiada como un derecho humano fundamental: el derecho a la alimentación. Y subraya la incoherencia entre el reconocimiento universal de ese derecho a la alimentación y su constante vulneración.
Desde la Doctrina Social de la Iglesia, defendemos el respeto a la persona humana con sus derechos básicos e inalienables que son garantía de su desarrollo integral.
Y, por último, nuestra labor se basa en la solidaridad que nos enseña a entender que somos parte de una comunidad global que comparte su inquietud sobre aquellos eslabones del sistema mundial de alimentos que están impidiendo que se cumpla el derecho a la alimentación y que avancemos hacia un mundo más justo.