El traslado al nuevo Hospital Universitario de Cuenca comenzará el próximo 19 de diciembre, tal y como ha adelantado este viernes el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante la entrega de los Premios de Turismo & Raíz Culinaria Castilla-La Mancha 2024 en Cogolludo.
García-Page ha señalado que este nuevo hospital contará con un acelerador lineal de los más avanzados para el tratamiento del cáncer. «Ahí empieza la mudanza, empieza a abrirse el hospital», ha destacado el presidente autonómico puntualizando que «esto no es abrir una llave y el chiringuito».
En este sentido, ha señalado que el traslado de un hospital «lleva mucho trabajo» para poder hacerlo «sin trastocar el servicio médico», ya que el proceso no es «cerrar el viejo y estar cinco meses sin atender a nadie». «Abrirlo significa hacerlo con mucha cabeza», ha insistido.
El nuevo Hospital Universitario de Cuenca contará con más de 114.000 metros cuadrados construidos, 74.800 de ellos de uso hospitalario y dispondrá de la última tecnología y de nuevos servicios para mejorar la atención a los pacientes.
El nuevo centro hospitalario incrementará su cartera de servicios con la creación y desarrollo, por ejemplo, de la Oncología Radioterápica, la dotación con un PET-TAC para Medicina Nuclear, una sala específica para Hemodinámica Cardiaca o una nueva Resonancia Magnética que será una de las mejores dotadas de su categoría ya que en el momento de su adjudicación no habrá ninguna en el Sistema Nacional de Salud que disponga de más herramientas de Inteligencia Artificial.
De igual modo se incrementará la capacidad quirúrgica del futuro Hospital de Cuenca, que cuenta con un total de 16 quirófanos y 3.000 metros cuadrados, lo que significa, respectivamente, aumentar un 60 por ciento esta área y multiplicar por seis la superficie existente en el edificio actual.
Todo ello sin olvidar que será universitario, con lo que supone para la formación del personal del sector sanitario de la región.
Las mejoras significativas en la asistencia sanitaria también implicarán mejoras para la comodidad de los pacientes, ya que se pasa de las 363 camas en habitaciones dobles a las 508 camas, en su mayoría, el 75 por ciento, en habitaciones de uso individual, así como transformaciones sensibles en la logística y en los circuitos asistenciales, con una enorme versatilidad que permitirá una adaptación ágil de los espacios asistenciales.