Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo el número de desempleados en nuestro país ha aumentado hasta los 3.964.353 registrados, lo que supone un aumento interanual de 710.500 desempleados (+21,8%) en un año aciago para el mercado de trabajo.
Sin embargo, paradójicamente, 8 de cada 10 directores de recursos humanos de nuestro país reconocen tener problemas a la hora de reclutar talento para su compañía, porcentaje que se ha disparado 30 puntos porcentuales en los últimos 5 años, y los consultores de Adecco han empezado a detectar que, de media, un 9% de las vacantes disponibles en el mercado de trabajo se queda sin cubrir -porcentaje que en algunos perfiles muy específicos y zonas geográficas puede dispararse a cerca del 60% de puestos sin cubrir-.
En este contexto, Adecco, líder mundial en gestión de recursos humanos, quiere conocer de primera mano cuáles son esos perfiles que son deficitarios en nuestro mercado de trabajo y cuáles son las razones que están llevando a esta situación y lo presenta en su Informe Adecco sobre perfiles deficitarios y escasez de talento en España.
Si bien cada autonomía tiene sus peculiaridades, hay ciertos perfiles que se están viendo más afectados por esta escasez a nivel general. Es el caso de los/as profesionales del ámbito IT (que llevan años siendo los puestos más difíciles de cubrir); personal sanitario (si bien siempre han sido profesionales muy buscados, con el estallido de la crisis sanitaria son más demandados que nunca a cualquier nivel: auxiliares, DUES, médicos/as, técnicos/as de laboratorio en la parte de Lifescience…); perfiles técnicos y/o con titulación de FP asociados al desarrollo de la Industria como electromecánicos/as, carretilleros/as, soldadores/as, oficios, operarios/as para el sector de la alimentación, técnicos/as de mantenimiento; perfiles cualificados asociados al desarrollo de los Servicios como comerciales y administrativos/as con idiomas, teleoperadores/as; y también, en general, ingenieros/as. De hecho, muchos de estos perfiles gozan de lo que técnicamente se denomina pleno empleo.
Detrás de esta carencia existen varias razones que explican la situación y que tienen diferente origen y ámbito de actuación. Por ejemplo, la escasez de perfiles cualificados y bien formados en ciertos ámbitos (la Formación Profesional tiene una alta demanda[1], muy por encima de la oferta existente, por ejemplo), los turnos cambiantes para determinados puestos, el dominio de idiomas -cada vez más se solicita el conocimiento de una tercera lengua-, la búsqueda de candidatos muy especializados, y los salarios poco competitivos en algunas regiones y para posiciones concretas están provocando esta escasez de talento que en algunas autonomías es crítica.
Especial atención merece la grave escasez de mano de obra que cuente con una titulación de Formación Profesional, ya sea de grado medio o de grado superior. La FP es altamente demandada en nuestro país: el 38,8% de las ofertas de empleo que se publican en España exige esta formación como requisito, porcentaje que es igual al de las ofertas para titulados universitarios y que en 2018 llegó incluso a superar a la demanda de licenciados o diplomados.
Además, en muchos de los ciclos de FP existentes ocurre como con las titulaciones universitarias llamadas STEM: el papel de la mujer es residual en estos estudios, limitando aún más la oferta de estos profesionales. Por ejemplo, solo el 2,2% del alumnado del ciclo básico de Fabricación Mecánica es mujer, y solo un 3% del grado medio de Electricidad y Electrónica, según datos del estudio Igualdad en Cifras MEFP (2020)[2], elaborado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
En palabras de Rubén Castro, director de Adecco Staffing: “para todas aquellas personas que están próximas a incorporarse al mercado de trabajo o decidiendo su carrera laboral, así como para la gente que se ha quedado sin empleo o que trabaja en un sector golpeado por esta situación y que sufre más incertidumbre que otros, es un excelente momento para apostar por la formación, no solo universitaria –muy importante para una parte del mercado de trabajo y necesaria para muchos de los perfiles que escasean- sino también en estas ramas que son deficitarias y que tienen una gran empleabilidad desde la Formación Profesional. Y por supuesto, hay que seguir apostando por el conocimiento de idiomas”.
“Tenemos la generación mejor preparada de la historia, nuestros jóvenes, pero hay una parte de la población que se ha quedado descolgada de ese nivel y que puede reenfocar su carrera hacia estos perfiles y sectores. Ahora más que nunca el talento debe apostar por el reskilling y el upsikilling como vía para una mayor empleabilidad”, añade Castro.
“Igualmente, del lado de las empresas, pero también de los organismos públicos competentes, hay que hacer un esfuerzo por generar empleo de calidad, gracias a la colaboración público-privada, reforzar las políticas activas de empleo que permitan la recualificación de la población trabajadora y, en la medida que sea posible dada la situación que atravesamos de crisis sanitaria y económica, apostar por salarios vinculados a la productividad, dentro todo ello de un marco donde prime la flexiseguridad”, concluye el directivo de Adecco Staffing.
A todas estas casuísticas hay que añadir además que los consultores/as de selección de Adecco están detectando una menor disposición a la movilidad de los trabajadores y de los desempleados provocada por la crisis sanitaria y las restricciones de movimientos.
En este contexto, para todos aquellos jóvenes que están planteándose su futuro laboral, así como para aquellas personas desempleadas que quieren reorientar su carrera profesional, en este informe encontrarán aquellos perfiles que las empresas necesitan incorporar, la mayoría de los cuales gozan de pleno empleo o tienen un índice de inserción laboral muy elevado.
El caso de Castilla-La Mancha
En la autonomía castellanomanchega los principales problemas para encontrar ciertos perfiles se dan en el sector industrial, con mucha presencia en la región, y una gran parte de ellos, dentro de la logística y el transporte, y también en la industria alimenticia.
Así, la provincia de Guadalajara tiene déficit de peones industriales, carretilleros/as y profesionales de oficio como soldadores/as y electromecánicos/as. A ello se suma la alta demanda de soldadores/as de Albacete, así como las dificultades que hay en Cuenca para encontrar operarios/as cárnicos dentro de la industria alimentaria.
En el caso de Guadalajara, es notable la fuerte presencia de plataformas logísticas vinculadas al e-commerce. Este auge del comercio electrónico ha cambiado las reglas de consumo, y aunque haya campañas que son fijas (rebajas, Black Friday, Navidad…), las compañías logísticas tienen que ajustar sus plantillas a cambios continuos de producción. 2020, con el confinamiento y las restricciones de aforos y movilidad, ha sido un año en el que, además, el e-commerce ha mantenido muchas industrias y para las que hasta ahora no operaban online, ha sido el momento de hacerlo. Los registros nos hablan de cifras nunca vistas en este sector.
Dentro de este entorno, los carretilleros/as son la categoría más deficitaria, especialmente por la obligación legal de contar con capacitación técnica y requerir de gran experiencia y destreza en el manejo de maquinaria de elevación. La demanda es mucha y va en continuo aumento, pero es muy difícil encontrar personal capacitado y con experiencia.
En el caso de los oficios, puede decirse que desde hace 20 años suponen el gran reto de las PYMES. Las empresas buscan oficiales de 1º y 2º pero la oferta es poca pues en la generación anterior a 1985 existe un gran vacío formativo en ese campo puesto que la Formación Profesional no tenía la percepción positiva que se tiene ahora. Y aun así, hoy en día, estas especialidades son menos cursadas que otras con mucha menor inserción laboral.
En el caso particular de la provincia de Albacete, por ejemplo, hay una gran concentración empresarial en busca de soldadores de acero inoxidable y aluminio que no tiene la suficiente oferta que precisa ya que se buscan perfiles con experiencia previa en ese tipo de soldadura.
Si nos fijamos en los operarios/as cárnicos sucede algo similar: la destreza y experiencia en el manejo de cuchillos y despiece de carne no está al alcance de muchos profesionales, es por ello que algunas empresas conquenses optan por contratar personal sin preparación para enseñarles el oficio desde cero.
En estas zonas, las bandas salariales en las que se mueven los carretilleros van desde los 16.500 a los 18.500 euros brutos anuales, en los oficios la horquilla va de los 22.000 a los 25.000 euros al año y en el caso de los operarios cárnicos, la retribución ronda de los 18.000 a los 22.000 euros brutos al año.