Procesión, misa y reparto de dulces, en la celebración anual de los hombres y mujeres del campo
Los hombres y mujeres del campo de Cabanillas han festejado este miércoles 15 de mayo San Isidro con la habitual procesión de la imagen que se conserva en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, y una misa posterior en honor al patrón de los agricultores.
El ambiente de la cita de este año fue mucho más optimista que el vivido en 2023, cuando esta misma fiesta se celebraba en medio de una tremenda sequía, y con las cosechas de cereal prácticamente arruinadas. En esta ocasión el año hídrico ha sido mucho más benévolo, y las perspectivas del campo son mucho más halagüeñas para los próximos meses.
La jornada, organizada por la Asociación de Agricultores de Cabanillas, comenzaba a las 12 del mediodía. Una banda de música procedente de la madrileña localidad de Orusco de Tajuña marcaba el ritmo, y la imagen del santo labrador salía de la Iglesia de San Pedro y San Pablo para recorrer las calles del centro en su tradicional trazado: Plaza de la Iglesia, calle Juan Rhodes, calle San Sebastián, calle Mónaco, calle Benalaque, y regreso al templo parroquial. En el cruce de las calles San Sebastián y Mónaco, en una zona desde donde se divisan zonas de cultivo y olivares, Pedro Moreno, párroco de Cabanillas, ofició la tradicional bendición a los campos.
Tanto a la procesión como a la misa posterior asistieron el alcalde de Cabanillas, José García Salinas, junto a varios concejales y concejalas de la corporación. Salinas estuvo acompañado de Fidel Luis Celada en representación de la Asociación de Agricultores, y hay que reseñar además la presencia en los actos del principal representante provincial de los agricultores y ganaderos de Guadalajara, Juan José Laso, presidente de la APAG y vecino también de Cabanillas. También acudió a la cita el histórico presidente de APAG, predecesor de Laso, Antonio Zahonero.
Tras la procesión se celebró la tradicional misa en honor a San Isidro en el interior del templo cabanillero, oficiada también por el sacerdote Pedro Moreno. Y tras los actos religiosos, la Asociación de Agricultores ofreció en los soportales de la Casa de la Cultura su tradicional reparto de dulces y pastas con limonada.
