Los hombres y mujeres del campo pidieron a su patrón que termine la situación de falta de lluvias
El colectivo de agricultores de Cabanillas del Campo celebró este lunes 15 de mayo a su santo patrón, San Isidro Labrador, sacando su imagen por las calles de la localidad. Fue este un «San Isidro» especial, ya que el campo de toda la zona centro del país vive una situación complicada, por la práctica ausencia de lluvias en todo el invierno y lo que llevamos de primavera, una circunstancia que ha dañado muchísimo a las cosechas, especialmente las de cereal, perdidas casi por completo en muchos casos. Con ánimo de que la situación mejore, los hombres y mujeres del campo pidieron a su patrón que la ausencia de lluvias se revierta, y que las precipitaciones lleguen antes del verano, y que la situación se complique más todavía.
La jornada organizada por los agricultores comenzó a las 12 del mediodía, con el inicio de una procesión que salió de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, y recorrió las calles del centro del municipio pasando por Juan Rhodes, calle San Sebastián, calle Mónaco, Benalaque, y regreso a la Plaza de la Iglesia. En el cruce de la calle San Sebastián con la calle Mónaco, en una zona desde donde se divisan zonas de cultivo y olivares, el párroco de Cabanillas ofreció la tradicional bendición a los campos del municipio. El desfile procesional estuvo amenizado por la presencia de una sección de la Banda Municipal de Música de Alcalá de Henares.
Tras la procesión se celebró una misa en honor a San Isidro en el interior del templo cabanillero, con una nutrida presencia de fieles. En representación del Ayuntamiento estuvieron acompañando a los agricultores, tanto en la procesión como en la eucaristía, el alcalde, José García Salinas, y muchos de los concejales, tanto del Equipo de Gobierno como de la oposición. La misa de este año contó con una novedad, y es que la Asociación de Agricultores ha encargado unas medallitas de San Isidro, que fueron bendecidas para la ocasión, y repartidas entre los asistentes.
Tras los actos religiosos, la Asociación ofreció en los soportales de la Casa de la Cultura el tradicional reparto de dulces y pastas con limonada.
