El Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos ha detectado por primera vez un mapache (Procyon lotor) en plena Serranía de Cuenca, entre Las Majadas y Tragacete, lo que ha hecho saltar las alarmas debido a que se trata de una especie muy agresiva que puede expulsar a la fauna local.
El mapache fue localizado el pasado 7 de marzo de 2021, durante la realización del Programa de Monitorización de Especies Cinegéticas de Caza Mayor en Castilla-La Mancha a través de fototrampeo. Una de las cámaras ubicadas en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca captó un mapache a unos 6 kilómetros de distancia en línea recta del municipio de Las Majadas, y a 10 kilóemtros del de Tragacete, tal y como publica la revista «Galemys» de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM) cuyos autores son Jorge Sereno-Cadierno, Pablo Palencia y Pelayo Acevedo.
El animal, tal y como se detalla en el informe, fue detectado en una sola ocasión y en una única cámara, instalada a 1.420 metros de altitud. Durante el seguimiento, llevado a cabo entre los meses de febrero-abril, se habían dispuesto 20 cámaras
en una malla regular, distanciadas 1,5 km y con un esfuerzo total de 2.740 cámarasdía. En las cámaras no se usó ningún tipo de atrayente o cebo. El punto de muestreo en el que se detectó al mapache se encontraba en una zona húmeda, en medio de una vaguada bordeada de bosques de pino silvestre Pinus sylvestris y praderas de tipo subalpino, en un área habitualmente concurrida por senderistas.
El hábitat encaja con el preferido por la especie en ambientes mediterráneos, donde se encuentra siempre ligado a zonas húmedas de naturaleza permanente, como bosques de ribera o humedales, normalmente cerca de núcleos urbanos. Posteriormente no se han realizado otras campañas de fototrampeo ni se tiene constancia de la presencia de rastros o indicios que permitan inferir la continuidad de la especie en la zona.
La llegada de esta especie invasora a la provincia de Cuenca podría explicarse por la expansión exploratoria de individuos adultos o por movimientos dispersivos de machos juveniles en la primavera, utilizando para ello los múltiples corredores fluviales que podrían conectar la zona donde se detectó con las poblaciones fuente de Madrid y Guadalajara, a través de las cuencas del Tajo y del Júcar.
La detección de la especie fue comunicada a los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha para poder planificar una intervención temprana, lo que en situaciones similares ha demostrado ser útil para evitar la expansión de la especie o, como ocurrió con la
población detectada en el Parque Nacional de Doñana para su erradicación.
Los autores del estudio recomienzan la prospección de la zona en busca de indicios que permitan detectar la presencia de la especie, combinado con el fototrampeo con atrayentes olorosos en zonas que el mapache selecciona positivamente para su reproducción y alimentación en áreas
mediterráneas, como son los hábitats riparios y humedales. El objetivo sería acotar las zonas de presencia de la especie y estimar de manera aproximada el número de individuos presentes, si están asentados o si son individuos aislados, y plantear su erradicación (en caso de que la especie aún no se haya establecido) o su control poblacional en el caso de que se trate de una población estable
y su erradicación ya no sea posible.