Las obras de ejecución del segundo centro de salud de Azuqueca de Henares abordan su recta final, tras su reanudación el pasado 8 de enero.
La paralización de los trabajos de ejecución de este segundo centro sanitario para la localidad de Azuqueca se debieron a circunstancias ajenas al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Dichos trabajos, que estaban a apenas un par de semanas de su finalización, se vieron afectados por el hecho de que la empresa adjudicataria de las obras entró en concurso de acreedores a mediados del pasado año.
Nada más conocerse dicha suspensión, el Gobierno de Castilla-La Mancha comenzó a trabajar en los trámites necesarios para la finalización de las obras con la mayor rapidez.
De este modo, en enero se reanudaban las mismas, y actualmente han quedado finalizados los trabajos relativos a la instalación eléctrica y se han realizado las pruebas pertinentes. A día de hoy se está a la espera de disponer de luz y seguidamente se dará paso a la finalización de los trabajos del resto de oficios, como climatización, cerrajería o albañilería, que se encuentran a falta de algunos remates.
Azuqueca contará así con un segundo centro de salud, una de las apuestas del actual Ejecutivo regional por la Atención Primaria. Este nuevo recurso, que se ubica en el edificio del antiguo centro de salud del municipio, se ha sometido a una reforma integral, y permitirá desdoblar la Zona Básica de Salud de Azuqueca, que cuenta actualmente con más de 50.000 tarjetas sanitarias.
El nuevo centro, situado en pleno casco urbano, tendrá una superficie útil de 1.300 metros cuadrados y contará con cinco consultas de medicina general y otras cinco de enfermería, así como sendos cuartos de curas, área de pediatría, área de atención urgente y espacios para servicio de matrona o trabajador social.
Esta apuesta del actual Gobierno contrasta con la situación que se dio durante el mandato de Dolores de Cospedal. Resulta, por ello, llamativo el repentino interés del Partido Popular por este “necesario segundo centro de salud” cuando a Cospedal no debió parecerle tan necesario, a juzgar por la paralización que sufrió la obra, como tantas otras en la provincia, y su intentona de devolver el edificio a su antiguo propietario, la Tesorería de la Seguridad Social.
