El ganadero Pedro Miota, amigos, vecinos, aficionados y el que ha sido el fotógrafo oficial de la plaza de Las Ventas durante 17 años, Juan Pelegrín, se dieron cita en un evento que reivindica la localidad conquense como referente cultural-taurino de la zona.
Refrescaba la tarde en Las Majadas y el vientecillo de la libertad agitaba el flequillo de la ilusión de un puñado de aficionados en la localidad serrana. La cita lo merecía.
En una conjunción de no se sabe bien qué astros, a las ocho de la tarde se dieron cita en el corazón del pueblo gentes de todas las edades para conocer los entresijos del cartel de toros de las fiestas de su pueblo y charlar de tú a tú con los artífices del mismo y con una figura de autoridad en la materia: Juan Pelegrín, aficionado cabal y reputado fotógrafo taurino. Eran las ocho de la tarde.
El evento comenzó con la intervención del alcalde, Cristian Sánchez Moreno, quien agradeció la asistencia a todos los presentes y reforzó el mensaje que latió durante todo el evento: Las Majadas fue, es y será punto de encuentro de los amantes de la tauromaquia, pero, para ello, el alcalde subrayó la necesidad de que todos “arrimemos el hombro”. Y una buena forma de hacerlo es a través de la asociación taurina del que él mismo forma parte.
Pedro Manuel Miota Carrasco, empresario, torero y aficionado, cabeza y alma de Miotauro, presentó el cartel del festejo taurino de Las Majadas junto a Julio Palencia, fotógrafo, aficionado y diseñador del mismo, quien dio una explicación muy didáctica de cómo se idea y crea un cartel, este de Las Majadas con la peculiaridad de recrear en su cabecera las curiosas formaciones rocosas de la zona.
Juntos, Pedro y Julio nos contaron en lo que consistirá la novillada que se celebrará el día 7 de septiembre a las cinco de la tarde en Las Majadas. Con claro perfil torista, la estoquearán Juan Millán, en el décimo aniversario de su alternativa, y la joven promesa Daniel Moset, que el mismo día 7 cumple 18 años.
Cerró el evento Juan Pelegrín, quien proyectó un vídeo con el que todavía nos estamos estremeciendo: pura belleza. En su intervención, durante la cual tuvimos la oportunidad de ver parte de su obra, no solo habló de tauromaquia, de fiesta, de tradición y fotografía; nos transmitió pasión y afición, cultura y conocimiento. Y trazó todo un poema sobre esa delgada línea que separa la vida de la muerte y que se dibuja cada tarde de toros.
El público asistente, numeroso y variado, con una significativa presencia de gente joven, y los ponentes expresaron sus deseos de que esta sea la primera de muchas tardes en las que Las Majadas reivindique su posición y personalidad taurina; avivando el fuego que los antepasados transmitieron y que arde en el corazón de sus habitantes: la llama que brillaba en los ojos de quienes construían la plaza de palos hace años es la misma que prende los corazones de quienes ayer por la tarde participaron de este evento.
Nos vemos en Las Majadas el 7 de septiembre para disfrutar de una gran tarde de toros. Los toros son cultura. Los toros son del pueblo. En este caso, del pueblo de Las Majadas.
Por Susana Fuentes Arcos