La delegada de la Junta, Marian López, se ha mostrado muy satisfecha con que, según la Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia de 2023 publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el saldo migratorio en Cuenca sea positivo, con 1.709 personas más que decidieron venir a vivir a nuestro territorio que las que se marcharon fuera.
Asimismo, ha puesto de relieve que, de estas 1.709 personas, un total de 1.521 se han asentado en zonas de extrema o intensa despoblación de la provincia, prácticamente el 89 por ciento del total; y sólo 188 en zonas urbanas.
Por otra parte, desde la entrada en vigor de esta Ley frente a la despoblación, 5.794 personas han decidido venir a vivir a las zonas de extrema e intensa despoblación y zonas en riesgo de despoblación de la provincia de Cuenca.
Para la delegada provincial de la Junta, “se trata de unos datos muy positivos que muestran que las políticas contra el despoblamiento que hemos puesto en marcha en Castilla-La Mancha de forma pionera están funcionando”.
“Hace unos años, se comenzó a hablar de la ‘España vaciada´ desde un punto de vista teórico y retórico, pero nadie abordaba esta realidad. Fue el Gobierno de Emiliano García-Page el primero que, con el apoyo de los agentes sociales, colocó la despoblación en la agenda política y comenzó a tomar decisiones, a legislar al respecto y a implementar medidas concretas y reales de las que hoy se están beneficiando muchos ciudadanos y ciudadanas en las zonas rurales, con el resultado que estamos viendo: un saldo migratorio de casi 6.000 personas en apenas tres años”.
Y es que López tiene claro que este avance se debe a la consolidación, ampliación y mejora de los servicios públicos en el medio rural, con nuevas escuelas infantiles, consultorios, centros de salud, centros de día, viviendas de mayores, etc.; así como con la generación de oportunidad de empleo, el apoyo a la inversión empresarial y al autoempleo, o una fiscalidad diferenciada para los ciudadanos que eligen quedarse en sus pueblos.
