La Diputación de Cuenca y la Junta de Comunidades van a trabajar de forma colaborativa para conseguir fondos europeos que permitan construir la nueva Planta de Residuos Sólidos Urbanos que tiene un coste de más de 43 millones de euros. Ambas administraciones crearán un grupo de trabajo técnico entre los servicios provinciales de Obras y Medio Ambiente junto con las consejerías de Desarrollo Sostenible y Hacienda con el objetivo de estudiar las distintas líneas de apoyo y presentar un proyecto que pueda captar la financiación necesaria.
El presidente provincial, Álvaro Martínez Chana, ha explicado que este fue uno de los puntos que estuvo encima de la mesa en la reunión que mantuvo hace diez días con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ya que la Diputación de Cuenca necesita la ayuda del Gobierno regional y de los fondos FEDER para acometer esta nueva infraestructura debido a que “es la obra más importante jamás realizada por la Diputación de Cuenca”, estos más de 43 millones de euros suponen un desembolso importantísimo para prestar un servicio que es básico.
Por su parte el vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro, ha puesto cifra a ese compromiso de la Junta de Comunidades que “al menos 20 millones de euros de los fondos estructurales de la Comunidad Autónoma se destinen a la construcción de esta infraestructura porque es una necesidad”.
Características
El periodo de ejecución de la obra ronda los 18 meses y a los que habría que sumar otros 6 meses más para la puesta en marcha. Las nuevas instalaciones estarán compuestas por una planta de tratamientos urbanos y biorresiduos, un área de compostaje, edificios auxiliares, urbanización y un vertedero de rechazos.
Las instalaciones deben contribuir a que la cantidad total de residuos de competencia municipal destinados a vertedero no supere el 35% de los generados, para esto el centro de tratamiento se diseñará para que pueda dar entrada a los residuos no peligrosos, biorresiduos y la recogida separada de envases. El diseño incluye la optimización del tratamiento mecánico de los residuos mediante la incorporación de procesos automáticos y ópticos de separación de materiales. También contempla líneas para la obtención de compost de calidad y combustible sólido recuperado y tiene prevista una función divulgadora con un aula de educación ambiental.