La Diputación de Cuenca ha aumentado la partida presupuestaria del convenio que firma anualmente con Cáritas Diocesana en más de un 11 por ciento, pasando de 27.000 euros del año pasado a los 30.000 de este 2021. La crisis social provocada por la pandemia ha hecho que todas y cada una de las partidas de Servicios Sociales se hayan visto aumentadas para poder ayudar a las personas que no tienen cubiertas sus necesidades básicas.
El presidente, Álvaro Martínez Chana, ha recibido esta mañana en su despacho al nuevo director de Cáritas Diocesana, Pedro Bordallo, que ha estado acompañado por su antecesor en el cargo, José Martín, y la responsable de comunicación, Mari Paz Ramírez; en esta reunión el jefe del ejecutivo provincial ha reiterado el compromiso de la Diputación de “reforzar la colaboración” con la entidad diocesana, tal y como demuestra ese respaldo presupuestario que se plasmará en el convenio de este año.
Además, Martínez Chana no ha cerrado la puerta a hacer un esfuerzo extraordinario, al igual que se hizo el año pasado con una disposición de 40.000 euros, que permitió al Economato de Cáritas duplicar el número de familias que atendía. El presidente ha destacado la enorme red social que suponen todas estas organizaciones que en el caso de Cáritas cuenta con casi 300 voluntarios repartidos por toda la provincia, “una labor impagable para llegar a cualquier punto de la geografía conquense y estar al lado de estas personas”.
La Diputación de Cuenca ha dado un paso al frente ante la crisis social que ha provocado el Covid, ya que, tal y como ha afirmado el presidente, “hay que ayudar a aquellos ciudadanos que están en riesgo de exclusión social y que no llegan a final de mes”, por eso, el año pasado se hizo un esfuerzo muy grande en colaboración con la Junta de Comunidades para llegar a todas estas personas con una ayuda de emergencia dotada con 500.000 euros.
Cáritas Diocesana atendió durante el año 2020 a 174 personas mayores, 463 personas sin hogar, 485 personas que han solicitado ayuda para encontrar un trabajo digno y han ayudado a 1.523 personas en situación de vulnerabilidad en las que han acompañado para cubrir las necesidades más básicas como alimentación, la higiene o los suministros.
