La Diputación conquense es más que consciente de la importantísima labor desarrollada en Cuenca y provincia por Cáritas Diocesana, máxime en estos últimos años con la profunda y terrible crisis económica en la que ha estado sumido nuestro país.
Es por ello que la institución provincial mantiene su respaldo económico a esta organización benéfica y así lo ha materializado esta semana con la rúbrica de la renovación del convenio de colaboración por el que Cáritas recibe una ayuda de 27.000 euros para el desarrollo de dos de sus programas de atención a personas necesitadas: el Centro de Atención Residencial ‘San Julián’ y la Acción Social de Base. Firma ésta que ha corrido a cargo del presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, y el director de Cáritas Diocesana de Cuenca, Silvestre Valero.
Prieto, que estuvo acompañado del diputado de Servicios Sociales, Francisco Javier Doménech, ha resaltado la encomiable labor desarrollada por esta organización benéfica y la entrega de cada uno de sus miembros y voluntarios. Una dedicación, esfuerzo y experiencia que, según ha aseverado, “permite que esta ayuda tenga un efecto multiplicador y llegue al mayor número de personas posible”.
Es por ello que Prieto ha dejado claro que Cáritas Diocesana de Cuenca tiene las puertas abiertas de esta Diputación y, a pesar de que no tener competencias en esta materia, puede contar con su respaldo institucional.
Valero, por su parte, no ha escatimado en agradecimientos, puesto que, según ha reconocido, el firme y constante apoyo de la Diputación posibilita que Cáritas Diocesana pueda acometer una labor, que ha calificado de “hermosa” como es ayudar a los más necesitados.
Uno de los fines de la ayuda de la Diputación es el Centro de Atención Residencial ‘San Julián’ para el alojamiento temporal en pisos de acogida para inmigrantes, reclusos, ex reclusos y personas autóctonas en riesgo de exclusión social. En total, cerca de cuarenta personas pueden alojarse en estos cuatro pisos de acogida por un periodo máximo de 18 meses.
Los objetivos perseguidos con este programa no son otros que la normalización de la situación de estas personas, cubrir sus necesidades más inmediatas, establecer procesos temporales que favorezcan la toma de contacto con servicios y recursos necesarios, diseñar y desarrollar el itinerario de acompañamiento, mantener y estimular hábitos sociales de convivencia, horarios, orden, etc… y reeducar en el aprovechamiento del tiempo libre y espacios de ocios.
El Acción Social de Base es el otro programa beneficiado del convenio con Diputación. Éste se centra en la intervención en situación de carencia extrema o exclusión social, combinando lo asistencial a sus necesidades básicas con la promoción, reinserción, seguimiento y acompañamiento, buscando mejorar sus condiciones de vida, progresando así hacia una mayor autonomía y una menor dependencia de los Servicios Sociales.
En definitiva, Diputación y Cáritas Diocesana mantienen en el tiempo su colaboración con la vista puesta en los más necesitados de esta provincia y dispuestos a que esta colaboración persista mientras sea necesaria.
