La catedrática de Historia del Arte Contemporáneo en la Universidad de Barcelona y directora de la publicación científica Revista de Estudios Globales y Arte Contemporáneo, Anna María Guasch, ha presentado hoy en la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el Campus de Ciudad Real su último libro El arte en la era de lo global, 1989-2015 (Alianza Forma, Madrid 2016), que viene a ser la segunda parte de la cartografía iniciada en El arte último del siglo XX.
La obra explora el período que abarca desde 1989, año de la exposición Magiciens dela Terre, y 2014, cuando el Centre Georges Pompidou (París) presentó una recreación documental de dicha muestra, y presenta una época en la que el arte transita del análisis crítico del arte contemporáneo transnacional al global. La nueva cartografía de ese arte global múltiple se estructura en cuatro secciones: la primera, se interesa por los códigos de lo global; la segunda, por sus teorías y discursos; la tercera, analiza sus exposiciones; y la cuarta, desarrolla los giros de lo global en la práctica artística.
Guasch, que ha estado acompañada por el profesor de la Facultad de Letras de Ciudad Real y director del Departamento de Historia del Arte de la UCLM, Julián Díaz Sánchez, ha explicado que su libro investiga lo ocurrido desde la caída del Muro de Berlín hasta 2014, tiempo en el que se produce un cambio mundial en todos los sentidos, político, económico y territorial y que estuvo caracterizado por la capacidad creativa. Aquel año (1989), ha dicho la autora, supuso el final de muchas cosas y el nacimiento de un nuevo mundo, “el de la globalización, todo se desterritorializa” y “el arte deja de ser eurocéntrico y americano, se convierte en algo global y emerge por todos lados”.
Por último, Anna María Guasch ha asegurado que sin Internet y el fenómeno económico a día de hoy no podríamos entender el arte, en el que “lo local y lo global interactúan”. A este respecto, ha añadió que muchos artistas utilizan Internet para mostrar sus creaciones e invitar al público a participar de ellas, pasando así las obras a ser interactivas y de libre acceso.
