Los escritores Juana Castro y Antonio Carvajal serán quienes – añadiéndose a una lista donde ya figuraban con anterioridad Ángel Guinda, Pilar Gómez Bedate, José Corredor Matheos, Francisco Ferrer Lerín, Olvido García Valdés, Miguel Casado, Mercedes Escolano y Dionisio Cañas – quienes cierren este año la nueva edición del Festival “Poesía para Náfragos” que los próximos 4 y 5 de noviembre celebrará en Cuenca su ya quinta convocatoria con la participación de una veintena larga de poetas de las más varias procedencias, edades y modos expresivos porque ésa, la condición de territorio abierto a las más distintas generaciones y tendencias, ha sido la característica principal siempre de la cita conquense. Este año, a las ya señaladas presencias de Castro y Carvajal se unirán lecturas de Antonio Santos, Berta Piñán, Antonio Puente, Enrique Trogal, Ana Lamela, Tomás Rivero, Margarita Mayordomo, Francisco Benedicto, Paloma Corrales y Chelo Candel, la presentación de los poemarios “Terra profana” de la portuguesa Carina Valente-Anselmo y “El verano de los cazadores de luces” de Paco Moral. La poesía no discursiva también volverá a tener presencia en el programa del festival con las creaciones sonoras de Teo Serna – en una velada acogida al título de “Ni visto ni leído: poesía en la oreja” – y el pase del poema visual “La Memoria Salina” de Cecilia Quílez.
Salvo la aludida velada nocturna protagonizada por Serna que irá seguida de una sesión a micrófono abierto que se desarrollará en uno de los locales nocturnos del casco histórico de la ciudad, el pub Rothus, el resto de las sesiones – anunciadas por un bello cartel del diseñador conquense Arturo García Blanco, integrante del Grupo Desenfoque, – se desarrollarán en el salón de actos de la Real Academia Conquense de Artes y Letras, principal colaboradora de la organización del festival.
