Partimos del texto en el que se lee que «todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas». Entonces, todos los discípulos, abandonándole, se huyeron. Y los que prendieron a Jesús le condujeron a casa de Caifás -que era Sumo Pontífice en aquel año-, donde los escribas y los ancianos estaban congregados.
Y declarándole reo de muerte, le condujeron atado y entregaron al presidente, al gobernador Poncio Pilatos…
Con ayuda del padre José de Jesús Aguilar, nos metemos en la Via Dolorosa de Jerusalén -que podría ser la nuestra, de Cuenca-, para contemplar el pretorio…las murallas….la roca del Gólgota (hoy iglesia del Santo Sepulcro) y el área de sepulcros excavados en la roca.
Un trabajo realizado con el patrocinio de la Junta de Comunidades de Castilla_La Mancha, Junta de Cofradías, Diputación Provincial y Ayuntamiento de la ciudad de Cuenca.