Jesús, el jubilado de Madrid que pasa los veranos en la pequeña localidad conquense de Palomares del Campo, de casi 700 habitantes, y que ha repartido 30 décimos del Gordo del Sorteo de Navidad entre los vecinos del pueblo y 4 entre sus dos hijos, asegura que «está feliz» y que ya se puede «morir tranquilo».
En una conversación telefónica con Efe desde su casa de Madrid, Jesús ha explicado que los décimos los compró en la administración que ha repartido íntegramente El Gordo, el 66513, dado que está frente a su casa.
«Es un número al que llevo abonado quince años. Todas las semanas juego a ese número. No se vendía en ventanilla», ha relatado con gran tranquilidad en la sobremesa de este 22 de diciembre.
Según Jesús, él compró los décimos y les dio dos a cada uno de sus hijos, por lo que ha mostrado su satisfacción por el hecho de que ahora «no les va a faltar de nada».
«Yo no llevo pero con la pensión me sobra. Lo que quiero es que a ellos no les falte. Ya me puedo morir tranquilo», ha declarado.
Además, en el pueblo en el que pasa un par de meses cada verano ha repartido 30 décimos «entre los más conocidos», como en los bares de El Cordobés y El Zorro, cuyos propietarios están entre los afortunados.
Ha reconocido que desde que salió el premio, no ha parado de sonar el teléfono de su vivienda, aunque esta tarde saldrá «como siempre» a dar un paseo, porque él está «muy tranquilo».

