El PCE de Guadalajara muestra indignación y un profundo descontento por el lamentable estado del Memorial de Guadalajara, un gigantesco y vistoso muro de 40 metros de largo por 2,5 metros de ancho con los nombres y apellidos de las 976 personas que la historiografía reconoce dentro de las víctimas mortales de la represión franquista y que, en algún momento entre los años 1939 y 1945, fueron enterradas en el cementerio municipal. Dicho monumento, ubicado en el corazón del cementerio municipal de la ciudad, tiene tan solo siete meses de antigüedad (fue inaugurado el 5 de noviembre de 2021) y presenta numerosos daños y desperfectos debido a una ineficiente construcción: losetas caídas y hechas añicos, pintadas, vandalismo, estado de fragilidad, degradación general…
Las víctimas se encuentran repartidas por todo el cementerio: en fosas que habían sido sometidas al olvido, habían sido invisibles y habían sido el objeto de lucha y debate en varias mociones en el Ayuntamiento de Guadalajara. Pero fue en junio de 2017 cuando se aprobó la moción y permitió la construcción de este necesario memorial, un monumento por la justicia social, que conmemora a esas 976 víctimas de la represión franquista que lucharon por la libertad y dieron su vida por defender un gobierno legítimo.
María Fernández, secretaria provincial del PCE: “Exigimos al Ayuntamiento de Guadalajara que tome medidas al respecto. Conmemoraciones, recuerdos y homenajes como este son la clave para aprender del pasado y no cometer los mismos errores en el presente”.