Había muchas ganas tras la interrupción del pasado año a causa del Covid, y se ha notado en la abultada y animada participación de la manifestación de hoy del 8-M, que ha arrancado de la Plaza de Santo Domingo para terminar en el Palacio del Infantado con la emotiva lectura de varios fragmentos de poesías de Gloria Fuertes, Jack Kerouac, o Del discurso de 1912 de Rose Schneiderman, inspirado en el famoso poema Pan y Rosas de James Oppenheim, pidiendo «pan para todos, pero también rosas».
A la manifestación, convocada por la Plataforma Feminista de Guadalajara, han asistido más de dos mil personas de todas la edades, muchos hombres también, que han coreado lemas y cánticos como «nos queremos vivas y libres», y también exhibido pancartas como «Hoy no están todas voces juntas, porque desde la tumba no se puede gritar». Por eso precisamente el acto ha terminado con la emotiva lectura del poema Letanía, de Gloria Fuertes, más vigente hoy que nunca: «Que todos los combatientes vuelvan del frente, que todos los que nos escuchan no quieran la lucha, ni un muerto más!